EN LA CARRERA

Paz

Una semana triste y oscura la que hemos pasado. También lo ha sido para el 1º de Bachillerato del colegio Virgen del Mar, y para el resto de la familia educativa de este centro educativo tinerfeño. Los alumnos que una vez al mes escriben esta columna, donde queremos reflejar ideas y reflexiones en torno a un tema, ahora quieren ofrecer una única palabra: Paz. Yo, otro domingo más, esta vez del mes de noviembre, sirvo sencillamente como un mero transmisor de las palabras que ellos han escrito en clase para traer a este comentario dominical.

La guerra en Europa es cosa del pasado. Ya no hay países luchando, países en busca de ampliación de fronteras, en busca del sometimiento de otro territorio. Ahora luchan personas contra personas, enfrentados por las diferencias culturales. El problema de esta nueva guerra, la del terrorismo contra del resto del mundo que quiere la paz, es que las víctimas jamás imaginaron el terrible desenlace de sus vidas, ni imaginaron que sus vidas acabarían mientras disfrutaban de una velada con sus familias o amigos, como sucedió en París.

El terrorismo no solo deja víctimas en los lugares en los que sucede. La comunidad islámica se ve también enormemente afectada por esta barbarie. Cada vez que un atentado yihadista ocurre, una parte de la población, ante la frustración que provoca el no saber quién es el culpable, decide ir a por el mundo islámico. Esto es tremendamente injusto. Ellos no tienen la culpa de las actividades que decidan llevar a cabo esos terroristas deshumanizados.

Ante todo esto, la paz se está convirtiendo en un concepto que parece haberse perdido, o quizás nunca ha existido. Parece que cuanto más la buscamos, mayores conflictos se crean. Lo ocurrido en Francia estos días, es solo un reflejo de lo que se vive a diario en países como Siria, Irak, Afganistán, etc. Esto demuestra que aún en períodos de “paz”, los países solo fingen llevarse bien entre ellos, mientras se desarrollan conflictos inhumanos. Lo ideal sería dejar de lado las ideologías de cada sociedad, dejar de mirarnos el ombligo, y poder así vivir en una comunidad donde la paz y el respeto sean un factor clave para todos.

Es así, lo dicen ellos, nuestros alumnos, con el ánimo de vivir en una sociedad global: “Construyendo paz, sanaremos el mundo”.