sin objetividad

Quedémonos con la vuelta de Saúl (y Petit)

Primer tiempo. Qué bajón dio a todos el partido de ayer. El equipo ganaba, jugaba bien -en Fuenlabrada lo hizo- y se presentaba ante un Manresa que, seamos claros, nos parecía a todos que esas tres victorias eran casi por accidente, que solo tenían a Musli y poco más. Lástima que, en algunas fases de partido, a los catalanes les diera con tener al balcánico a tope, dominando las dos zonas, para conseguir llevarse los puntos de un Santiago Martín que empieza a recordar sus tiempos de cancha complicada con cierta añoranza. El Iberostar Tenerife fue ayer a impulsos, pocos, a trompicones, muchos, y con la ansiedad, o la precipitación, colgada de sus pesados hombros, incapaces de volar sobre el parqué como en anteriores ocasiones. Lo mejor del encuentro de ayer fue Petit, que nos ilusiona a todos. Y el regreso de Saúl Blanco tras su lesión.

Segundo tiempo. ¿Por qué jugó tanto Saúl? Nadie lo esperaba, ni siquiera él, y ahora, una vez acabado el encuentro, es fácil decir que quizás estuvo demasiados minutos en pista después de haber sufrido una inactividad competitiva de seis meses, pero lo cierto es que el que fuera él quien se jugara el triple que podía ser decisivo fue, cuanto menos, sorprendente. Vidorreta explicaría en sala de prensa que Richotti tenía algunas molestias en el hombro, Beirán no destaca por su defensa y el equipo necesitaba que en los uno contra uno el Manresa no tuviera todas las ventajas. Dentro de todo ello, Salva Arco demostró que es un recambio de garantías, capaz de aportar cosas distintas a una plantilla en la que muchos jugadores parecen iguales, y que su estado de forma es bueno. Muy bueno. En el lado contrario estaría Joseph Jones, al que le señalaron una técnica injusta, pero al que le queda por llegar a su mejor nivel.

Prórroga. En las ruedas de prensa post partido de Alejandro Martínez cabía esperar que el entrenador estuviera muy hablador, parco en palabras, más contento o con un semblante más serio, pero no se hablaba de los colegiados. Vidorreta ayer se refirió en varias ocasiones a los árbitros, como ya lo había hecho en alusión a la derrota de Málaga. Es algo que no está ni bien ni mal, que, posiblemente, si no se queja uno un poco, no le hacen caso, pero, simplemente, no estamos acostumbrados. ¿Manresa dispuso de muchos tiros libres? Sí. ¿Fueron, en muchos casos, fruto de la mala defensa local? También. Vidorreta, seguro, no lo haría con afán de justificar el resultado final, pero es un argumento fácil que puede tapar muchos errores. Dentro de que es algo lícito, igual hasta bueno, a mí no me gusta. O, simplemente, no estoy acostumbrado a ello en la sala de prensa del Santiago Martín.