Luigi Cabrini, presidente del Consejo Mundial de Turismo Sostenible (CMTS) y consejero de la Organización Mundial de Turismo (OMT), ha visitado Tenerife para recoger, en nombre de dicho consejo, el Premio Gorila con el que Loro Parque y su fundación honran los esfuerzos -de instituciones, organismos, sociedades y particulares- en favor de una utilización racional de los recursos y del cuidado del medio ambiente, así como en beneficio de las comunidades locales.

Como socio del CMTS, esta política ya la viene practicando dicho zoológico, considerado el segundo mejor del mundo y un referente obligado en el cuidado ambiental y de los animales. Hablé con Cabrini antes y después del acto organizado en su honor y me insistió en que “desde la cumbre de Río no hay estrategia de turismo que no pase por la sostenibilidad”. Es más, cree que “hay que ser sostenible para poder seguir haciendo negocio”. El concepto de sostenibilidad lo fija la Carta aprobada en la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible celebrada en 1995 en Lanzarote. Según ésta, el desarrollo turístico ha de ser “soportable ecológicamente a largo plazo, viable económicamente y equitativo desde una perspectiva ética y social para las comunidades locales”. Estima Cabrini que Canarias debe buscar un turismo especializado -“puede y debe hacerlo por sus grandes potencialidades”, me dijo textualmente- mediante nuevos nichos de actividad, más allá del concepto tradicional de sol y playa. Afirma que muchos olvidan la necesidad de enfrentar la incidencia del cambio climático -más aún en unas Islas que “lo sufren y lo sufrirán con inevitable mayor impacto”-, y de preservar los recursos naturales y su valioso patrimonio vegetal y animal, para el mejor uso y disfrute de las futuras generaciones. Y es que la conservación del medio ambiente parece un componente inexcusable del turismo moderno y afecta por igual a hoteleros, restauradores, visitantes, operadores, compañías aéreas, agencias de viaje y autoridades. La red de observatorios de turismo sostenible de la OMT y los Criterios globales para hoteles, touroperadores y destinos son dos poderosos instrumentos vigentes que pueden ayudar a alcanzar estos fines de sostenibilidad y, de paso, reducir la huella ecológica en un sector clave para la economía isleña.