Loren Jorge consiguió el sábado un nuevo cinturón para su extensa colección de títulos. Lo hizo a lo grande, en Rumanía, en casa de los Stoica. Allí donde había derrotado con claridad al joven Bogdan, Loren liquidó también a su hermano Andrei, uno de los más duros pegadores del kickboxing a nivel mundial.

Fue posiblemente el mejor combate en su ya dilatada trayectoria deportiva. Loren salió al recinto deportivo del Dínamo Sports Halle de Bucarest, donde se celebró la gran gala del Superkombat convencido de su triunfo. Andrei Stoica, verdugo de Moisés Baute hace apenas un año con ese mismo cinturón en juego, se llevó la sorpresa de su vida.

Loren demostró una condición física de alto nivel, pero también una velocidad que se le echaba de menos. En el peso crucero jamás se le había visto así, con esa dinámica y esa explosividad que sí tenía cuando rondaba los 81 kilos. Pero además, recuperó la determinación que siempre le caracterizó, esa inyección de autoconfianza con la que sacó adelante compromisos complicados ante rivales que siempre se le señalaban como inaccesibles.

Stoica llegó a conectarle dos buenas manos que hubieran acabado con cualquier otro contrincante. Con Loren no fue así. El de El Ortigal se tragó los dos palos y respondió con palos. Con el primero de ellos quebrantó al rumano, que escuchó una cuenta de protección ante el silencio generalizado.

Luego volvieron al palo y Loren lo volvió a pillar con una derecha recta que esta vez sí llevó a Stoica a la lona. El rumano se levantó en estado de shock. Sólo quedaba rematar la faena … y Loren la remató. Una patada alta y otra serie de manos devolvió a Andrei Stoica al piso, era la tercera cuenta en el mismo asalto que obligaba a detener el pleito.

Francois Lubbers y el mítico Ivan Hipolite salieron a su encuentro para fundirse en una emocionada piña y celebrar el triunfo siempre con el debido respeto que Loren ha demostrado por sus rivales. Stoica todavía preguntaba en su esquina por el número de la matrícula del caminón que le acababa de pasar por encima y posteriormente se había dado a la fuga.

Después de haberse quitado la espina de su derrota anterior frente a Redouan Cairo y ceder en la final del torneo con el portugués Luis Tavares, Loren no dejó ninguna duda en un duelo de altísimo nivel.

Ahora el tinerfeño afrontará el que, en principio, será su siguiente reto. El diciembre viajará hasta Rusia para verse las caras con un rival aún por determinar.

Luego, en febrero, formará parte del cartel de una nueva edición del International Fighting Championship, en Barcelona, donde se verá las caras con un alumno de José Luis Zapater Titín, David Trallero. La organización catalana sueña con volver a juntar en el cuadrilátero a su gran estrella, César Córdoba, con Loren, en una revancha más que esperada.