el diván

Violencia machista

Cierto es que debemos mostrar tolerancia cero ante cualquier tipo de violencia, proceda del sexo que proceda y dirigido a quien sea, pero debido al Día Internacional Contra la Violencia de Género y el escalofriante número de víctimas de violencia machista que ha habido a lo largo de este año, hoy me voy a centrar en este tema. Tema realmente preocupante teniendo en cuenta que este año han sido 48 las víctimas que han perdido la vida porque alguien que, frustrado por el desamor o cargado de ira y rencor, se ha sentido con derecho y poder de decisión a poner fin a la vida de la que era su pareja o expareja. Una media de un asesinato por semana. ¡Realmente alarmante! 48 familias destrozadas de dolor y niños huérfanos de madre sin entender qué es lo que ha pasado y por qué. Lo más peligroso sobre este asunto, es que ninguna mujer está vacunada contra este tipo de lacra. Estamos confundidos cuando pensamos que sólo a una persona con autoestima mermada le puede pasar. Todas podemos ser víctimas de violencia de género siempre que no sepamos detectar las señales de estar manteniendo una relación tóxica. Todos podemos ser víctimas porque todos tenemos madres, hijas o personas cercanas a quien les puede ocurrir, y la familia de quien sufre violencia machista, también es víctima.

¿Dónde está el problema? ¿Mucho empeño, a nivel formativo, en conocimiento cultural y poco en habilidades sociales como la empatía, asertividad, control de impulsos, tolerancia ante la frustración, aceptación del fracaso y aprendizaje a la hora de gestionar emociones? ¿A nivel familiar modelos educativos basados en la permisividad con falta de educación en principios valores y civismo? ¿El papel de la justicia a la hora de abordar este problema es el adecuado o se debería hacer alguna modificación ante lo que está sucediendo? Miles de preguntas que nos hacemos la mayoría de las personas desde la indignación e impotencia.

Cuando hablamos de violencia de género es importante tener en cuenta que, generalmente, la violencia física surge tras un periodo de maltrato psicológico que aparece de manera gradual donde la víctima, si no reconoce las señales de estar manteniendo una relación tóxica, normaliza la situación mientras va mermando su autoestima. Actualmente, los psicólogos estamos atendiendo numerosos casos de relaciones tóxicas en la juventud donde se toleran y justifican determinados comportamientos patológicos e inadecuados confundiéndolos con síntoma de amor. Chicos y chicas que desconocen que esos comportamientos de control y posesión son violencia. Chicos y chicas que no saben que están siendo víctimas e, incluso, que están actuando como agresores. Chicos y chicas que cuando les hablas de violencia de género solo les viene a la cabeza la imagen de una mujer maltratada físicamente, obviando el maltrato psicológico, cuando lo grave sobre este asunto es que el maltrato psicológico cronificado en el tiempo tiene una alta probabilidad de acabar con maltrato físico. Personalmente pienso que la base como vacuna a este tipo de violencia está en la educación. Quizás se deberían hacer más campañas de sensibilización y concienciación sobre este tipo de violencia psicológica y comportamientos típicos de relaciones tóxicas para que incluso, posibles agresores/as se puedan sentir identificados con determinados comportamientos o ideas erróneas sobre lo que es una relación saludable, y poder buscar así una solución a tiempo. Está claro que, viendo el resultado que estamos teniendo tomando determinadas medidas, la situación empeora, por lo tanto, habrá que hacer cambios desde todos los campos, ¿no?

*PSICÓLOGA
tamaraconsulta@gmail.com