Atenas se ha convertido este domingo en escenario de varios enfrentamientos entre manifestantes vestidos de negro y agentes de las unidades antidisturbios de la Policía, en una jornada en la que se conmemora el séptimo aniversario de la muerte de un adolescente a manos de la Policía y que ha acabado con, al menos, 18 detenidos.

La muerte de Alexandros Grigoropoulos en 2008 cuando tenía 15 años ha llevado al país a vivir sus peores enfrentamientos en décadas y cada año, en su recuerdo se reúnen miles de manifestantes contrarios a las medidas de austeridad del país.

La violencia ha estallado este domingo al final de una protesta pacífica en la capital helena. Los manifestantes comenzaron a lanzar cócteles molotov y ladrillos contra los agentes, que respondieron recurriendo al uso de gas lacrimógeno y de granadas de aturdimiento.

Varios contenedores han estallado en llamas en las calles atenienses, mientras el humo se convierte en protagonista en el barrio de Exárjia, el lugar donde murió este joven tras ser alcanzado por una bala de la Policía y donde cientos de personas se han reunido, desde donde han arrancado varios bancos y han destrozado las aceras.

Unos 6.000 agentes de la Policía han sido desplegados en la capital y un helicóptero ha sobrevolado la ciudad la mayor parte del día.