La gatera

Clima – Por Herzog

Los desastres naturales asociados al cambio climático serán mucho más dañinos que las guerras en el futuro. La humanidad se asfixia ante la contaminación extrema que ya es un hecho en las grandes ciudades, donde Pekín, la capital del gigante asiático representa el hecho más devastador de la locura humana que parece no detenerse ante las ansias, un tanto erróneas, de progreso. Un progreso, por lo que se puede constatar, fruto del sufrimiento de generaciones, y lo que es peor aún, que amenaza con hipotecar el devenir de los que vendrán.
Pero no hace falta ir tan lejos, Madrid es una urbe agobiada por el humo de las chimeneas de las industrias y de los tubos de escape de los coches. La sociedad demanda bienestar y confort a toda costa, pero tal vez no haya recapacitado lo suficiente sobre el coste que ello conlleva para la salud o el propio equilibrio ecológico.

El acuerdo alcanzado por la Cumbre del Clima en París será papel mojado si los ciudadanos no tomamos conciencia de nuestra responsabilidad sobre el cuidado del Planeta desde nuestro entorno más próximo, si no modificamos las pautas de conducta que nos han abocado a una situación realmente dramática.

No sólo las emisiones de CO2 a la atmósfera, sino la contaminación que generamos directa o indirectamente, contribuyen al deterioro del medio ambiente. Ojalá que nunca llegue el momento en que tengamos que pagar por respirar aire puro, como ahora por beber un vaso de agua.
Tiempo atrás el agua era prácticamente gratis, nadie hubiera creído que se tendría que pagar por consumirla y ya ven cómo han cambiado las cosas. Evitemos que el oxígeno se convierta en un bien escaso.
@Benisri