SUCESOS

Ya son dos los detenidos por el asesinato del empresario del Sur

Cuando apenas han pasado ocho días de la violenta muerte sufrida por el empresario sureño Raimundo Toledo, ya son dos los detenidos en relación con este crimen. Si el pasado lunes se decretó el ingreso en prisión de la mujer arrestada dos días antes, en la madrugada de ayer se capturó al varón buscado por estos hechos, que ayer era interrogado en dependencias de la Guardia Civil. Lejos de darse por concluida, la investigación sigue abierta en varios frentes y no se descarta la posibilidad de otras detenciones por una causa que sigue bajo secreto de sumario.

En un repaso cronológico de este crimen, que tanta impresión ha causado en la Isla y especialmente en la zona de El Médano, dado que Toledo centraba allí el núcleo de su actividad empresarial, fue en la tarde noche del pasado martes día 15 cuando se daba la voz de alarma entre las fuerzas y cuerpos de seguridad por un secuestro en la santacrucera zona de Los Lavaderos.

[sws_pullquote_left]La mujer implicada es Sandra P., de 40 años de edad y nacionalidad cubana[/sws_pullquote_left]

Unas horas después los bomberos que sofocaban el incendio de un coche despeñado desde el mirador de La Centinela, en el municipio de San Miguel, daban con el cuerpo sin vida de un hombre en el maletero del turismo. A pesar de que las llamas dejaron irreconocible el cadáver, el ardid de los criminales para retrasar en lo posible la identificación del mismo se frustró gracias a un llavero identificativo que permitió conectar ambos sucesos y centrar desde un primer momento la investigación en Toledo y su entorno.

Por una parte, la indagación de los especialistas del Cuerpo Nacional de Policía les ha llevado a escrudiñar tanto la vía personal como la empresarial, al punto de que tres hombres de negocios fueron interrogados durante varias horas el pasado sábado.
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Diego Claudio G. G., de 36 años, tiene antecedentes por delitos de menor entidad [/sws_pullquote_right]

Por otra, los de la Guardia Civil practicaron el primer arresto ese mismo día en la persona de una mujer, Sandra P., una cubana de 40 años de edad que resultó ser la esposa de uno de los sobrinos de Toledo. Cuarenta y ocho horas después, el titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Granadilla decretó su ingreso en prisión.

Al día siguiente del arresto de esta mujer se decretó una orden de búsqueda y captura sobre Diego Claudio G. G., nacido en Australia hace 36 años aunque de origen sudamericano y con antecedentes por delitos menores. Residente desde hace algunos años en el Sur, desde la madrugada de ayer se encuentra bajo custodia de la Guardia Civil y mañana podría pasar a disposición judicial.

Aunque no se descartan nuevos arrestos, tampoco constan por ahora nuevas órdenes de búsqueda y captura.