En esta segunda parte del informe de Cooperación Internacional Dona Vida, en la aldea rural de Kabilash, donde la expedición estuvo en octubre del 2014, volviendo en mayo del 2015, justo después de los terremotos, siendo Kabilash una de las aldeas y zonas más castigadas por los seísmos.
En Kabilash, la labor asistencial también fue intensa. En ella también el equipo estuvo comprobando algunos de los proyectos que en mayo se estaban llevando a cabo: colocación de paneles solares e instalación eléctrica en todo el centro de salud, con el objetivo de asegurar luz eléctrica las 24 horas del día (al menos para que la nevera pueda conservar las vacunas en buen estado); compra de camas lavables con colchones decentes (que no sea solo, como tenían, una tabla con una manta encima) y compra de autoclave.
Todas estas cosas las dejaron habladas el equipo en mayo, antes de marcharse. Incluso, las pagaron, teniendo que comprobar que estaba todo el material en buen estado, pero también una continuidad de lo que hacen allí. No obstante, la negociación sigue, aunque el choque cultural y el idioma (nepal-english), no favorecen que haya una comunicación fluida, pero como hay buenas intenciones por ambas partes, poco a poco se van consiguiendo cosas, aunque todavía queda mucho por hacer.
En Kabilash, cuando se compruebe que se han cerrado todos los proyectos: las camas no eran el modelo que compró la organización, no tenían colchones; exigiendo que las cambiaran por las que corresponden, junto con los colchones. La instalación eléctrica no era exactamente la que Dona Vida le había detallado, teniendo que completarla como se dijo en un principio.
Del mismo modo, Cooperación Internacional Dona Vida quiere poner en marcha un proyecto muy ambicioso para disminuir la mortalidad perinatal; formando a personal local con matronas de España que se desplacen allí a impartir la docencia. En ambas aldeas se ha llevado a cabo una labor docente continua, tanto instruyendo a los sanitarios locales, durante la labor asistencial del día a día, como llevando a cabo talleres y charlas para formarlos en cosas tan fundamentales como limpieza y cura de heridas, suturas, vendajes y administración de medicación.
Muchas cosas que en España son básicas y en Nepal son algo revolucionarias. Por ejemplo, lavar una herida con agua y jabón, algo tan simple y básico en Europa. En Nepal, en las aldeas rurales, supone realizar un cambio en sus costumbres culturales, costándoles mucho asimilarlo. En Katmandú, los días que la expedición ha estado ha sido con el propósito de negociar los precios de las intervenciones con los hospitales, donde van a operar a los niños, así como el alojamiento de las familias en la capital y la financiación del transporte desde las aldeas, y para regresar a ellas.
Las negociaciones tampoco son fáciles, ya que hay que dejar claro que el presupuesto de la organización es limitado, intentamos cubrir a la máxima población.