EL CHARCO HONDO

Fontecha

Orden temporal de los acontecimientos históricos. Villar del Río, año 1952. La llegada del amigo americano colmó los deseos de los habitantes del pueblo castellano. Alegres e ilusionados, todos vivieron con intensidad la aparición de tan adinerados huéspedes. El perspicaz Manolo Morán, representante artístico, convenció al alcalde de hacer lo necesario para que Villar del Río tuviese apariencia andaluza, obteniendo de esta forma mejor provecho de la ansiada visita. Fontecha, año 2013. La localidad piloñesa de Fontecha -en los términos de la parroquia de los Montes de Sevares- celebró la primera caravana masculina del amor. Más de cincuenta solteros, procedentes de las regiones limítrofes, se acercaron a este pueblo de Piloña en busca de mujeres casaderas de toda Asturias. La iniciativa surgió a raíz del enorme éxito que obtuvo la caravana que, con anterioridad, reunió en Fontecha a ochenta solteras de todo el país. Debe reseñarse que, dada la repercusión que tuvieron ambas experiencias, a la localidad piñolesa se le conoce ya, y para siempre, como el pueblo del amor. Madrid, 2015. Decenas de vecinos del municipio de Güímar, en Tenerife, fueron recibidos en el programa Sálvame con alfombra roja, majorettes y fanfarria, escena que animó a infinidad de medios de comunicación a comparar a los vecinos de Güímar con los de Villar del Río, que García Berlanga concibió para su Bienvenido Mr. Marshall. Con cuatro concejales y un asesor encabezando la expedición, la alcaldesa declaró que ir a Sálvame es un orgullo para su pueblo, que ahora sí –enfatizó- es conocido en todo el país. Güímar, 2015. Miles de vecinos creen que ser conocidos en España como los del pueblo que fue a Sálvame, en lo que desembocó en un homenaje a los personajes protagonizados por José Isbert o Paco Martínez Soria, deja a Güímar situado en el mapa, sí, pero en el mapa de Villar del Río y Fontecha; y eso, alcaldesa, está más cerca del ridículo que del orgullo.