Hablaba la semana pasada de nuestra pasión por cada rincón de nuestra tierra, Canarias. Conocer lo que nos rodea, darle valor a lo que tenemos y hacemos en nuestro municipio se ha convertido en un reto para mí como alcalde. Quiero que reconozcamos el tesoro que es La Laguna, y que, quizás, por sentirlo cada día, nos olvidamos del privilegio que es tenerlo con nosotros.
Nos pusimos a prueba con nuestro vino, el De La Laguna. Una potencia dentro de la denominación de origen Tacoronte-Acentejo, el 18% de su producción, que es capaz de cultivar 120 hectáreas de terreno y recoger medio millón de kilos de uva gracias al trabajo de 261 viticultores y del resto de cosecheros que trabajan nuestras tierras en este municipio. Un paisaje, el de la viña, que forma parte de nuestro modo de vivir, y por el que nos reconocen quienes nos visitan. En La Laguna, el mes de noviembre, es el mes del vino y las castañas, y los buenos resultados de la campaña con la que iniciamos la marca De La Laguna, nos empujan a un calendario de 2016 lleno de citas con nuestra producción agrícola y ganadera.
Pero este reconocimiento al campo lagunero sólo ha sido el comienzo. Queremos seguir hablando de lo que en La Laguna significa ejemplo, avance, orgullo, y por eso, debemos hablar de personas. La Laguna es el municipio de acogida de un inusitado amor por el folklore canario. Desde chicos y chicas, Los Sabandeños han sido bandera de La Laguna y Canarias, y quizás por eso, de forma natural, agrupaciones folclóricas y parrandas han nacido, crecido y madurado al calor de celebraciones y fiestas a lo largo del año. Las asociaciones folclóricas El Moral, Tacoremi, Real Hespérides, Raíces Isleñas, Cumbres Gomeras, El Limo, Alcalahuade, Santa Ana, Isogue, Aguaribay, San Borondón, Adelantados de Aguere, Alborada Canaria, Chisaje, Princesa Iraya, San Benito y Arraigo, y las parrandas Aniagua, Ixemad y Cuevas del Lino el Batán representan para nuestro municipio un ejemplo de trabajo, de conservación de las tradiciones y de orgullo para todos y todas.
El martes 22 de diciembre, el día que marca el comienzo de las fiestas de la navidad, todas ellas nos obsequian con un concierto, un canto común. Común porque ha sido la música de Navidad de nuestra tierra el lenguaje que han hablado estos últimos fines de semana de ensayo en los locales del Orfeón La Paz. A partir de las ocho y media de la tarde, como cada año en la plaza de la Iglesia de La Concepción, con la dirección general y arreglos del músico lagunero Antonio Hernández, la asistencia en los coros de Francisco Heras, y en pulso y púa de Fernando Cruz, recorreremos, y cantaremos, con ellos, nuestra navidad. Y no sólo eso, cuadros de baile de las agrupaciones, el coro infantil de las actividades extraescolares municipales, y nuestras voces, Javier Hernández, Luis Medina, Blanca Casañas, Fátima Rodríguez y Mari Carmen González.
Es un orgullo para mí poder invitar a todos los laguneros y laguneras, de dentro y fuera de nuestro municipio a este concierto. Visitemos sus pueblos y barrios, y un poco antes de las 8 y media, acerquémonos a La Concepción para asistir a un encuentro que sólo ocurre una vez al año.
Para terminar, quiero hacerles un ruego: asistan con sus niños y niñas. Son el futuro De La Laguna.
* ALCALDE DE LA LAGUNA