el charco hondo

Mociones

Básicamente, consiste en una actitud consecuente con la posición anterior. Poco más. O no, porque la coherencia exige además la deconstrucción de la personalidad, alejándonos así de lo que nos ha sido impuesto en el proceso de socialización y averiguando (con algo de paciencia, claro) qué preceptos hacemos nuestros, cuáles desechamos y el porqué de la decisión. A veces nos acomodamos. Olvidamos las actuaciones propias, propiciando que el discurso y el hacer se desdoblen, de tal forma que en un pleno del Cabildo de Tenerife, a 24 de julio de 2013, se presente una moción para instar a la dinamización y conservación del inmueble Casa de Anchieta, adoptándose acto seguido un acuerdo institucional por el que se insta al Ayuntamiento de La Laguna a mantener dicho inmueble en el uso para el que fue concebido, siendo como es un punto de interés estratégico para la cultura de la Isla y de la Ciudad; pero, apenas dos años después, en el orden del día de un pleno del Ayuntamiento de La Laguna, a 10 de diciembre de 2015, se presenta una moción para que la Casa de Anchieta se constituya en sede permanente de la Fundación CICOP-España y de la Federación Internacional de los Centros CICOP de Europa y América. Una moción se presenta en el Cabildo en 2013, otra en el Ayuntamiento en 2015. En la primera se insta a mantener el uso de la Casa, en la otra a que se cambie. Hasta aquí, todo muy normal. Sin embargo, lo ordinario se vuelve extraordinario si, como es el caso, el proponente de una cosa y de la contraria es el mismo, antes consejero insular y ahora concejal. Siendo inevitable que a veces el discurso y el hacer se desdoblen, y citando literalmente lo expresado en la moción de 2013, ¿en qué momento el concejal dejó de considerar necesario el esfuerzo de las Administraciones por el sostenimiento y promoción de los lugares en los que personalidades relevantes han dejado su impronta?, ¿qué ocurrió?, ¿cuándo la actitud dejó de ser consecuente con la posición anterior?