LA OROTAVA

PuebloChico cierra sus puertas después de 13 años de actividad

Maqueta de PuebloChico en la que se reproduce el Teide y la Torre del Conde, en la isla de La Gomera. / DA
Maqueta de PuebloChico en la que se reproduce el Teide y la Torre del Conde, en la isla de La Gomera. / DA

“Queridos amigos, deseándoles lo mejor y esperando volverles a ver, les comunicamos que hemos cerrado puertas. ¡Mil gracias por estos trece años de visitas!”. Este es el mensaje de despedida que se puede leer en la que hasta ahora era la página web de PuebloChico. La primera ciudad en miniatura del Archipiélago, situada en La Orotava, cerró sus puertas recientemente después de 13 años de actividad.

El recinto, en el que se reproducían paisajes y edificios emblemáticos de Canarias en maquetas mínimas, a escala 1.25, estaba concebido como un gran museo al aire libre donde se podían contemplar la arquitectura, costumbres y rincones más representativos de Tenerife y Canarias en un entorno único.

Sin embargo, el cambio de modelo en el sector turístico repercutió en la viabilidad de la empresa y obligó a sus dueños a tomar una “dura” decisión, confirman fuentes del parque temático, pese que consideran que “jugaba un papel importante” en Tenerife y en el Norte, donde se había convertido en una visita casi obligada para los turistas.

PuebloChico se inauguró en julio de 2002, aunque comenzó a gestarse en 1998. Fue un proyecto innovador, que supuso una inversión económica superior a los seis millones de euros, con la idea de que los visitantes pudieran conocer, en una superficie de 20.000 metros cuadrados, la identidad, las costumbres y las tradiciones de los canarios.

La obra se realizó en un año y ocho meses. Allí se podía ver desde las formaciones rocosas del paisaje lunar de Granadilla, hasta el Auditorio de Tenerife, la catedral de La Laguna, el tranvía, el puerto de Santa Cruz y el aeropuerto Reina Sofía o la iglesia de la Concepción de La Orotava, hasta el teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, entre otras maquetas.
Con el tiempo, la oferta se amplió y parte de las instalaciones de restauración fueron destinadas a celebrar eventos, dadas sus magníficas vistas.