maldito parné

Recuperar la ULL

Raimundo Baroja fue elegido la pasada semana nuevo presidente del Consejo Social de la Universidad de La Laguna. En su discurso durante la toma de posesión señaló que aportará su máxima colaboración con el mundo empresarial y que actuará como nexo entre la institución académica y el conjunto de la sociedad. Me congratulan las palabras de Baroja. Por fin hay alguien que apuesta por vincular la Universidad al sector empresarial. Y es que la ULL ha estado en los últimos tiempos a años luz de la sociedad y especialmente de lo que demanda el mercado laboral. La investigación brilla por su ausencia. La colaboración con su homóloga de Las Palmas de Gran Canaria no existe. Y mejor ni hablar del pronunciamiento sobre asuntos de interés para la sociedad canaria. Hace años que no se oye a la ULL. Da la impresión de que para lo único que sirve es para echar licenciados a las listas del paro. Hay facultades con escaso número de alumnos que la única razón por la que se mantienen es para conservar al profesorado. La demanda laboral no es acorde con la formación de ULL, no en vano la institución se encuentra a la cola de las universidades españolas y ya no digamos de las europeas. Talento hay entre los jóvenes de sobra. Lo que falta es valentía en el sector universitario para afrontar una reestructuración de la formación académica superior. La llegada de Raimundo Baroja al Consejo de la ULL es un golpe de experiencia para que esta revolución universitaria se lleve a cabo. No hay que vociferar para hacer las cosas bien. A veces el Gobierno busca un perfil y plantea, a través del diálogo social, su búsqueda y resulta que surge la persona adecuada, con un currículum excelente. Este es el caso del nuevo presidente del Consejo. Un currículum brillante. Una trayectoria excelente y con compromiso y empresario de una de las empresas más grandes de España. Nadie se plantea ahora que ser empresario es malo. El nombramiento de Baroja ha sido una gestión inmaculada entre el Gobierno, la CEOE-Tenerife y la Universidad. Un modelo de gestión empresarial que defiende sus intereses, pero también el de la sociedad y alejada de otras instituciones empresariales que chillan poco y al final terminan muriendo poco a poco. Ahora, lo que toca es dejar trabajar a Baroja y que la Universidad recupere el pulso con la sociedad para que la enseñanza superior y el empleo vuelvan a ir de la mano.

@MariaFresno72