Adasat Toro Rojas no se trajo la victoria de su experiencia en suelo norteamericano. El tinerfeño cedió en el sexto asalto de su compromiso ante el peligroso Caleb Sweet Hands Plant. Lo hizo en un combate en el que su rival fue mejor, dominó la distancia y concentró los golpes más claros asalto tras asalto, pero en el que el ex monarca español del peso semipesado no se arrugó.

Adasat regresa sin el buen sabor del triunfo, pero se trae el reconocimiento de su bravura y su entrega. El tinerfeño se vio perjudicado en el primer asalto por un corte en su ceja izquierda producto de un cabezazo involuntario. La misma historia que en su pleito ante Erik Skoglund.

Adasat buscó acelerar las acciones, acortar distancias y buscar el lugar ideal para frenar a un Plant que mostró buen boxeo pero escaso respeto.

Sus desplantes continuos ni siquiera merecieron la llamada de atención de un árbitro que intervino en el sexto asalto para detener el combate cuando Adasat retrocedía después de haber encajado el único golpe que le hizo tambalear en todo el combate. Tampoco era cuestión de estropearle el currículum de nocáuts del norteamericano que tiene pinta de estar en condición de aspirar, cuandos sus mentores lo decidan, a cinturones importantes. “Lo di todo, intenté cerrarle el paso pero él estaba muy fresco de piernas y boxeó muy bien”, dijo el tinerfeño una vez analizado el combate del que dijo que acabó entero pese a la decisión del árbitro de detener el combate. “Estaba bien, pero determinó que había que pararlo y no podemos hacer más”, dijo Adasat que no perdió ni un segundo en lamentaciones y ya piensa en volver a la carga.