CULTURA

El ‘Auto de los Reyes Magos’ en la villa de Garafía (I)

Auto de Los Reyes Magos de la Villa de Garafía. / Mauro Castro
Auto de Los Reyes Magos de la Villa de Garafía. / Mauro Castro

José G. Rodríguez Escudero* | Santa Cruz de Tenerife

El Auto de los Reyes Magos es una obra teatral religiosa de la segunda mitad del siglo XII. Es la más antigua muestra de teatro en castellano escrita en una arbitraria forma dialectal, propia de las gentes de Toledo de aquella época. Se conserva en estado fragmentario. Éste consta de 147 versos de metro irregular, y se inicia con un monólogo de cada uno de los tres reyes magos sorprendidos por la aparición de la estrella de Oriente, que luego les llevará a presencia del rey Herodes. El monarca, también en un monólogo, manifiesta su intranquilidad por la noticia que le han dado los magos y convoca a sus sabios para poder tomar las medidas oportunas. Justo en este punto se interrumpe el texto que debería acabar con la adoración de los magos ante el Niño Jesús en Belén. Aunque sigue el texto canónico, también contiene detalles procedentes de las tradiciones conservadas en los evangelios apócrifos.

En la villa norteña de Garafía, en La Palma, y más concretamente en su capital municipal, Santo Domingo, la víspera de la Epifanía del Señor -la noche del 5 de enero-, se celebra de una manera muy especial. La multitud de vecinos se congrega en las calles aguardando el Auto de los Reyes Magos bajo un frío estremecedor. Esto no parece importar mucho a los numerosos niños y niñas que, muy ilusionados, soportan las inclemencias meteorológicas. Es la hora de los chiquillos que se agolpan para saborear expectantes aquello que llevan ya un año esperando: los prolegómenos de su gran e interminable noche de emoción y nervios. Los mayores, quienes no quedan exentos de este clima sentimental, incluso disfrutan más que sus hijos. Se hace el silencio, la representación va a comenzar.

Gracias a los datos aportados en enero de 2010 por el párroco Omar Martín Vargas, se conoce la tutoría de este especial Auto Sacramental. Según el sacerdote, se trata del presbítero Celestino Hernández que, procedente de la Frontera (Isla de El Hierro), fue trasladado a Garafía. Allí lo terminó en 1931.

Aparecen los tres Reyes Magos ataviados con ricas vestiduras y acompañados por sus respectivos pajes. Entonces es cuando se inician los diálogos de los monarcas, sobre cuyas cabezas relucen unas enormes coronas. En la Plaza Baltasar Martín se recrea en el escenario el ambiente típico garafiano, donde se coloca hasta un molino. Los versos no son ajenos a los vecinos. Muchos de ellos ya han sido reyes en alguna edición. Muchos de ellos conocen los versos que han sido transmitidos de generación en generación y los van diciendo en voz baja, en un imperceptible tono. Sin embargo, el movimiento de labios los delata. La emoción se va incrementando y se va olvidando el intenso frío a medida que se va desplazando la obra a los diversos escenarios del núcleo de Santo Domingo.

Por fin, se encuentran con Herodes en su palacio. El malvado soberano -desde un balcón cedido ex profeso por un vecino- les hace prometer que regresarán a verlo cuando encuentren al Mesías que acababa de nacer. Por supuesto, los Reyes jamás le informarán. La estrella de Oriente les guiará hasta el portal de Belén -situado en el interior de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de La Luz, Patrona del Municipio-, donde María y José custodian al Niño Jesús. Aquí tiene lugar el Diálogo del Ángel con los Reyes. Se inicia la adoración y la entrega de los preceptivos obsequios. Con estas palabras se acompaña el ofrecimiento de las tres dádivas, pronunciadas por cada uno de los monarcas: Melchor: “(…) tuyo es el cielo y la tierra / oro te doy como Rey (…)”; Gaspar: “(…) eres Dios eternamente/ es mi deber incensarte (…)”. Baltasar: “(…) y yo tan sólo te ofrezco / mirra como hombre mortal (…)” Tiene lugar la Celebración de la Palabra en la que tiene protagonismo especial el numeroso grupo de niños y niñas presentes, a los que se les hace entrega de un obsequio.
*Investigador