güímar

De barrancos a camas turísticas

PROYECTO DE TURISMO EN GÜÍMAR

Carmen Luisa Castro, la mediática alcaldesa de Güímar, está acostumbrada a tirarse a piscinas que no tienen agua, pero ella persiste, intentando salir airosa.

Primero fue Mimiland Park, después una empresa para reconvertir neumáticos en diesel y luego una desaladora-depuradora, tres proyectos destinados a dar vida a varias canteras de áridos clausuradas en el barranco de Badajoz; ahora, según ella impulsada por una observación de la consejera insular Pino de León, quiere impulsar, desde el mar hasta la cumbre, siguiendo el cauce y alrededores de los barrancos, un proyecto integral de regeneración de la zona, tal y como le invitó hacer la consejera del Cabildo de Tenerife.

Una actuación sobre cuatro millones de metros cuadrados que supondría un coste, de llevarse a cabo todo el anteproyecto redactado por el arquitecto Juan Carlos Piñeiro -el mismo de Mimiland Park- unos 800 millones de euros, dos veces de lo que costaría el túnel de Erjos.

¿UNA UTOPÍA?
Tal y como pasó con los tres proyectos anteriormente presentados, muchos son los que consideran esta idea irrealizable, propia de quien utiliza la fantasía como bandera política, pero Carmen Luisa Castro se ha vuelto a lanzar a la piscina y seguro que no querrá quedarse en la orilla, porque seguirá erre que erre buscando la manera de convertir a su municipio en turístico, sabedora de que la única posibilidad que tiene para que este proyecto integral salga adelante es que el Cabildo le permita, según ella, “disponer de tres mil o cuatro mil camas turísticas”, imprescindible para dar viabilidad económica a los inversores extranjeros que han mostrado interés por desarrollar hoteles, villas y hasta un campo de golf, sin olvidar el parque de atracciones Mimiland Park que sigue esperando que se cambie el uso del suelo -y el precinto judicial de las canteras- para ser una realidad muy cerca de la autopista del Sur. Para Carmen Luisa Castro, “no se trata aquí ya sólo de proceder a la restauración de espacios degradados sino de aportar soluciones tendentes a generar un nuevo modelo turístico insular que pueda servir de referente en materia de soluciones tan innovadoras como sostenibles”.

A juicio de la alcaldesa , una de las claves principales en esta actuación “será la de aportar solución definitiva al encauzamiento de barrancos en esta cuenca hidráulica con el aprovechamiento y la restauración de las canteras en desuso. El proyecto global permite la integración, aprovechamiento y relación coordinada de los diferentes usos en este espacio singular, generando el marco idóneo para desarrollo de nuevas y diversas iniciativas que redunden en una mejor y más singular oferta, aportando un enorme potencial de generación de empleo”, afirma.

Lejos de convertir los barrancos en cemento y ladrillo, el proyecto contempla una arquitectura y planeamiento con una integración paisajística y una recuperación de espacios agrícolas, con un nuevo desarrollo agroambiental único que permitirá diversificación de cultivos.

En el proyecto de ideas al que ha tenido acceso este periódico, se recoge un puerto deportivo, parques temáticos, campo y escuela de golf, centros deportivos, centros e instalaciones de salud y rehabilitación, jardines botánicos, ciudad del cine, espacios museísticos y etnográficos ó acuarios, a la vez que grandes áreas de cultivo, centros de tratamiento de residuos, lagunas de depuración de aguas o instalaciones destinadas a la reducción y aprovechamiento energético.

Y para que todo ello encuentre la luz en la maraña de leyes medioambientales y urbanísticas, Castro seguirá tocando las puertas de las administraciones, -“aunque me tengan del tingo al tango”, afirma- para que se oiga su reivindicación del cambio del tipo del suelo, porque no solo aboga por “la reparación del mismo sino además, aprovechando las canteras abandonadas, promoner estrategias de desarrollo y progreso en esos espacios”, desmintiendo que pretenda reabrir la extracción de áridos, “un bulo lamentable”.