el diván

Busca tu suerte

Comos muchos los que alguna vez hemos pensado que hay quien nació con una estrella que lo ilumina y otros estrellados, y lo peor es que con frecuencia utilizamos el “no tener suerte” como excusa para ahorrarnos cualquier tipo de esfuerzo. El ser humano desea tener suerte en la vida, en el trabajo, en el amor. Esperamos que la suerte nos toque a la puerta y nos sorprenda y lo cierto es que la suerte está detrás de la puerta pero nosotros tenemos que tirarla abajo para así poder alcanzarla. Este año que entra, de nada sirve dejar la suerte en manos de amuletos, talismanes, herraduras y demás, porque con nuestra actitud es como mejor podemos influir en que todo cambie para bien. Como ya dijo en su momento el dramaturgo Jacinto Benavente, “todos creen que tener talento es cuestión de suerte; nadie piensa que la suerte pueda ser cuestión de talento”. Es verdad que la suerte, el azar, existe, pero puede que llegue o no. Sin embargo, si vamos a buscarla, la probabilidad de que aparezca es muchísimo mayor. Así que, ¡señores!, tenemos dos opciones, o nos sentamos a la espera dejando pasar la vida o nos ponemos manos a la obra.

1-. La actitud puede con todo. Si analizamos a las personas que consideramos afortunadas, son personas que encuentran todo tipo de oportunidades. Y es que tener suerte en la vida depende más de nosotros mismos que del azar. Las personas afortunadas tienen objetivos, están abiertos a los demás, crean circunstancias y no solo siguen a su razón, sino también a su intuición. Tener una actitud optimista, una actitud orientada a lo positivo, pensar que en cualquier momento puedes conseguir eso que, no solo deseas, sino que estás trabajando en conseguirlo, te ayudará a ver oportunidades donde el que espera a la suerte sin hacer nada, no detectará esa ocasión y la desaprovechará. La suerte está en la predisposición que tengas hacia la vida. Cuando piensas que no depende de ti, sino del azar, y las cosas no salen como tu esperas, te sientes desdichado, piensas que no puedes hacer nada para cambiar la situación y diriges tu atención hacia el fracaso lo que hace que tomes una actitud apática ante la vida en lugar de esforzarte. Si no tienes una actitud positiva, si no sales de tu rutina, no esperes que pase algo distinto al día a día. Esto es como el deporte. Si no te gusta el resultado, tendrás que cambiar de estrategia.

2-. Optimiza tus oportunidades. ¿Quién tiene más posibilidades de encontrar un billete en la calle? Quien sale. ¿Quién tiene más posibilidades encontrar un buen amigo? Quien hace por relacionarse. Si sales y adoptas una actitud con predisposición positiva, seguramente conocerás a gente nueva y quién sabe si de esas personas que entran nuevas en tu vida o con algún conocido de éstas, coincides en lo laboral o proyectos y te surge un puesto de trabajo y quizás, en ese puesto de trabajo, conoces a esa persona ideal con la que decides compartir tu vida y, de repente, todo cambia. Se trata de generar oportunidades. ¡Con el azar no basta! Importantísimo tener una actitud mental positiva para ir logrando nuestros propósitos.

3-. Saca el coraje. Al miedo hay que vencerlo y el riesgo, bien gestionado. Es la única manera de aprovechar las oportunidades. Es cierto que si no arriesgas, disminuye la posibilidad de perder pero, también las de ganar. Deja de pensar tanto en lo que puedes perder y empieza a pensar en lo que podrías lograr. El coraje, es cambiar.

4-. Comprométete contigo mismo. Eres parte del problema pero también de la solución. Hay cosas que pasan porque tienen que pasar y otras que tienes que hacer que pasen. Aprende a ser constructivo en todo momento a pesar de las posibles dificultades que puedan surgir.
Recuerda, las personas que tienen buena suerte, buscan activamente las oportunidades y crean posibilidades para tener un cambio en sus vidas. No le eches la culpa a la falta de suerte, cuando el problema es la falta de actitud.

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