Cd Tenerife - Bilbao Atlhetic

Triunfo sin lustre ante un flojo rival

El Choco celebra su gol. | ANDRÉS GUTIÉRREZ
El Choco celebra su gol. | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Pocas conclusiones positivas se pueden extraer del partido que ayer protagonizó el CD Tenerife, más allá de que sumó otro importante triunfo que le aleja un poco más de la zona baja de la clasificación. Ante el peor rival de la categoría, los de José Luis Martí no brillaron y se limitaron a cumplir con su obligación. Lozano, quien ya lleva siete goles en la Liga, y Yeray, en propia puerta, marcaron los goles de un triunfo sin lustre ante un flojo rival.

Sin miedo a equivocaciones, el Bilbao Athletic es el oponente que más facilidades ha concedido. Fue el último equipo que visitó el Heliodoro en la primera vuelta, y, además, el peor. A los locales les bastó la primera parte para resolver un encuentro que tuvo poca historia en la segunda.

Martí recuperó a Suso para el once inicial e hizo debutar a Saúl, ya que Aurtenetxe no podía jugar por la claúsula del miedo que impuso el Athletic de Bilbao en su contrato de cesión al CD Tenerife. El cántabro cumplió su misión, sin alardes, debido a que fue un encuentro de baja exigencia defensiva para los zagueros tinerfeñistas.

Durante la primera parte el control del juego fue local. El Tenerife abrumaba a su rival y en el minuto 11 estuvo a punto de adelantarse en el marcador. Centró Saúl y Lozano remató en plancha para mandar fuera una de esas acciones que es imposible no marcar.

En el minuto 24 se puso de manifiesto la bisoñez del filial. La acción del 1-0 no se ve en ningún campo profesional. Una falta cercana al centro de campo la sacó apresuradamente Aitor Sanz para Lozano, quien, en el punto de penalti, cabeceó a la red ante la pasividad de su defensor. El balón dibujó una parábola que superó al portero. Así fue el séptimo tanto liguero del delantero hondureño, quien ya apunta a superar las once dianas que logró Diego Ifrán la temporada pasada.

Lejos de noquear a los cachorros, el gol parece que les insufló ánimos, pues se estiraron un poco en ataque, aunque la verdad es que sin tener demasiado acierto. Su acción más peligrosa fue un disparo de Aketxe que repelió con bastantes apuros Dani Hernández. Cuando más estaban progresando, los bilbaínos se autoasestaron otro duro golpe. El final de la primera parte estaba próximo. Minuto 40. Saúl centra desde el carril zurdo y Yeray, en su intento de despejar, metió el balón en su propia portería.

SEGUNDA PARTE SIN HISTORIA
El paso por los vestuarios aletargó a los tinerfeñistas, que entregaron la posesión del esférico durante gran parte de la segunda mitad.

El Bilbao Athletic modificó su esquema a raíz de que Yeray, renqueante durante los primeros 45 minutos tras una entrada de Vitolo, tuvo que ser sustituido. El sistema se modificó pasando a línea de cuatro con Córdoba en el extremo derecho.

Martí también modificó levemente el dibujo, pasando por momentos a un 4-2-3-1, situándose Aitor por delante de Vitolo y Alberto. El primer cambio llegó en el minuto 58, cuando el balear retiró al Choco del campo, por problemas físicos, y dio entrada a Nano, autor del gol de la victoria el pasado fin de semana ante la Ponferradina.

Mejoraron bastante los leones, hasta el punto de crear ocasiones y algunos destellos de buen juego durante la segunda mitad. Pero seguía siendo el Tenerife el que creaba las oportunidades que más cerca estaban de convertirse en gol. Así por ejemplo, Suso en el minuto 57 protagonizó una acción individual que concluyó con un disparo cruzado del de Taco que un defensor desvió a córner.

Los sistemas empleados por ambos equipos permitió que las llegadas fueran una constante en ambas bandas. En una de esas, el Tenerife estuvo a punto de ampliar más aún la diferencia tras un buen contragolpe que se quedó en nada finalmente.

Luego reforzó la banda derecha el Tenerife con Cristian García, en lugar de Omar Perdomo. El grancanario se llevó una buena ovación cuando se retiró del rectángulo de juego.

Corría el minuto 76 cuando Aitor Sanz intentó anotar, aunque su disparo lejano se marchó desviado de la portería defendida por Remiro. Tres minutos después, el Tenerife agotó su cupo de sustituciones. Aitor le dejó su sitio al argentino Tommy Martínez.

Una expulsión ciertamente muy rigurosa de Óscar Gil acabó por matar el partido. Quedaban nueve minutos para el final cuando al defensa filial no se le ocurre otra cosa que agarrar a Nano cuando enfilaba la meta vasca. El colegiado mostró la roja directa, tremendamente rigurosa.

A pesar de que jugaban en inferioridad numérica, los de Ziganda disfrutaron de una buena ocasión en el 84 con un disparo de Aketxe.

Poco más se puede añadir de un partido aburrido que, sin embargo, deja una importante alegría a la sufrida afición tinerfeña: Su equipo cierra la primera vuelta a ocho puntos de distancia de la zona de descenso y con la mirada puesta en el próximo partido, que nuevamente se jugará en casa, justamente dentro de una semana.