política

Clavijo rompe con otra costumbre de Rivero en el Gobierno regional

Dicen que no tomar las doce uvas en Noche Vieja trae mala suerte. Comerlas apresuradamente, también: te puedes atragantar. El caso es que Fernando Clavijo ha roto con la tradición del discurso de Fin de Año, dentro de una estrategia para marcar diferencias con su predecesor en la presidencia del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero. Solo él y su homólogo de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (PP), prefirieron no emular al monarca, en Nochebuena, que en esta ocasión cambió La Zarzuela por el Palacio Real para revestir su mensaje a la nación de una mayor solemnidad. Por convicción o por temor a los índices de audiencia, el dirigente de CC no siguió los pasos de Susana Díaz (Andalucía), Íñigo Urkullu (País Vasco) o Artur Mas (Cataluña). Rivero tampoco perdió la costumbre y se adelantó unos días. El domingo 27 de diciembre publicó en su blog un artículo en el que analiza el tiempo político transcurrido desde su última alocución de Fin de Año. “El de 2015 pasará a la historia como el año en que comenzaron grandes cambios políticos e institucionales en España”, escribe el exmandatario isleño. “La profunda decepción con la que los ciudadanos acudieron a las urnas en noviembre del 2011, malestar provocado por algunos errores de José Luis Rodríguez Zapatero, desbordado por la peor crisis de las últimas décadas, se saldó con una mayoría absoluta para el PP. Cuatro años después, quienes otorgaron la confianza a Rajoy castigan duramente al PP en las urnas y dejan a los populares con el peor resultado electoral de su historia. Es novedoso que, por primera vez, el castigo al partido del Gobierno no lo rentabilice el otro que ha estado en estos últimos cuarenta años al otro lado del bipartidismo: el PSOE”. Rivero concluye con un vaticinio de pitoniso: “El 20D abre las puertas a nuevas elecciones generales en el transcurso de 2016”. El 31 de diciembre de 2014, un jefe del Ejecutivo regional con aspiraciones a repetir proclamó desde La Graciosa que el Archipiélago avanzaba y lideraba la recuperación económica en España. En su habitual arenga nacionalista, Paulino Rivero habló del reto de que los canarios se hicieran “oír por quienes no entienden ni atienden sus preocupaciones y reivindicaciones”.