Santa Cruz

“Cuando salí al escenario pensé que dama o nada”

Tania Martín es la reina infantil del Carnaval de Santa Cruz. / SERGIO MÉNDEZ
Tania Martín es la reina infantil del Carnaval de Santa Cruz. / SERGIO MÉNDEZ

Sorpresa, alegría y lágrimas. Esta fue la secuencia de sentimientos que pasaron por la cara de Tania Martín Quintero cuando los presentadores de la gala dijeron su nombre como la nueva reina infantil del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife. Ayer, la pequeña rebosaba felicidad y energía a partes iguales frente a una madre y un diseñador que reflejaban en su rostro el cansancio acumulado en las últimas semanas. Tania, con 11 años, no paro de sonreir mientras se movía nerviosa de un lado a otro. Confesó estar “muy nerviosa”, antes, durante y después de la gala. “Estaba muy nerviosa antes de salir al escenario y no se me pasaron los nervios cuando sali”, cuenta entre sonrisas. Asegura que no esperaba que la nombraran reina, “yo solo pensé que o dama o nada”. Dice que no pudo resistir las lágrimas, casi disculpándose por haber llorado, “pero es que no lo pude evitar”, un llanto que enjugó enseguida para dirigirse al frente del escenario donde, “solo veía las luces de los fotógrafos”. Tania desfiló con la fantasía titulada Entre el bien y el mal, la medianoche está al llegar, diseño de Eduardo Martín (su primo) y en representación de Cash&Carry Julián Hernándéz e Instalaciones de Cerrajería Antonio Martín.
Esta pequeña reina también estaba muy contenta por sus amiguitas, las que ha hecho entre el resto de candidatas, “todas en el cuadro de honor”, comenta su madre. “En cuanto salí del escenario lo primero que hice fue ir con ellas”, añade Tania que explica que ella y sus amigas iban todas “de rubias y de azul”. Asegura que no le costó nada desfilar con un traje que desde fuera aparentaba tener un peso considerable. Sin embargo ella afirma que no le pesaba nada y que incluso el giro que tenía que hacer a golpe de cadera no le costó esfuerzo, “pensé para dónde tenía que girar y lo hice”. Confiesa que de mayor le gustaría estudiar moda o veterinaria y cuando se le pregunta si le va bien en el cole (cursa 6º de Primaria) se le escapa un “mmmm, sí” y sonríe mientra mira a su madre. Estudia en el colegio Nuestra Señora del Rosario, en la subida a Cuesta Piedra.

Tania Martín junto a su diseñador Eduardo Martín. / S. M.
Tania Martín junto a su diseñador Eduardo Martín. / S. M.

Junto a Tania, su diseñador, Eduardo Martín, que admite estar muy contento, “sobre todo por ella”. Este joven diseñador tiene una larga experiencia en el Carnaval de Santa Cruz, logrando con Tania su tercera reina infantil, que suma a numerosas damas. Reconoce que este ha sido un proyecto “muy familiar”, no solo porque la pequeña reina sea su prima, sino porque se ha implicado toda la familia para apoyarlo en el trabajo y en el patrocinio de la fantasía. La idea de un traje como el que lució Tania, inspirado en Cenicienta, surgió primero para otro proyecto y al final, “ese se cayó pero ya tenía avanzada la idea así que le propuse a mi familia y aceptaron”. “Yo llevo muchos años trabajando con productos de artesanía, desde pequeño se hacer ganchillo, punto y se me ocurrió ligar artesanía     canaria a través de labores de roseta con el Carnaval”. Una apuesta que le valió el título para su fantasía.

El diseñador reconoce que sacar adelante un traje para el Carnaval es complicado, no solo por el trabajo que implica, sino también por el dinero; el de Tania ha supuesto una inversión de más de 5.000 euros. Para Eduardo Martín esta reina es un premio al esfuerzo que dice hace con cada diseño, “me vuelco demasiado, incluso he dejado las clases en la Escuela de Arte estas semanas para poder dedicarme por entero al traje de Tania. Me pasé 48 horas sin dormir antes de la gala”, confiesa.

La madre de la niña, Sandra Quintero, que también la acompaña, confiesa que está feliz por ella, “estoy muy contenta por ver lo bien que se lo ha pasado”. Para la mamá de la la joven soberana también han sido días de mucho estrés que ayer se vieron compensados cuando oyó como nombraban a su hija reina infantil del Carnaval de Santa Cruz. “Para Tania es un sueño cumplido, yo solo pensaba en cómo se lo tomaría si no sacaba nada y cuando oí su nombre mi marido y yo saltamos de alegría”, confiesa. “Estoy muy contenta también por poder vivirlo desde dentro, acompañándola y respiré cuando abandonó el escenario con las doce campanadas de fondo”.

A Tania le queda por delante un año de reinado en el que, confiesa, aún no ha pensado que le gustaría que le pasara.