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“Es una lástima gastar dinero público en médicos que luego se ven obligados a irse”

Foto DA
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Tras acabar el Bachillerato con matrícula de honor, Álvaro Rodríguez Chimeno tenía claro que quería ser médico. Años después, su objetivo se hizo realidad, tras graduarse en Medicina en la Universidad de La Laguna. Desde el pasado mes de junio, ejerce como Médico Interno Residente (MIR) en el Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del dolor del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Junto a él, cerca de un millar de MIR se encuentran en estos momentos trabajando en los hospitales y centros de salud del Archipiélago. Su futuro, sin embargo, es poco halagüeño, como así dictan las cifras de contratos y de ofertas públicas para facultativos desarrolladas en el Archipiélago en los últimos 20 años. De todo ello se debate este fin de semana en el XV Congreso de Médicos Internos Residentes de Canarias, cuyo comité organizador preside el propio Álvaro Rodríguez.

-¿Qué objetivos persigue este congreso?

“Se trata de un congreso anual, que se alterna entre las dos provincias, y en esta ocasión se celebra en las dependencias del Colegio Oficial de Médicos de Santa Cruz de Tenerife. Está enfocado por y para los residentes, para que sean ellos los protagonistas, no solo como espectadores, también elaborando algunas de las ponencias. Queremos que sea cercano, porque para muchos de nosotros es la primera vez que nos enfrentamos a un público formado por colegas de profesión y compañeros de especialidad o del trabajo”.

-¿Cuál es la situación actual de los residentes en Canarias?

“Es una situación complicada. Por eso, en este congreso vamos a poder abordar y confrontar posturas y visiones sobre temas de actualidad, como el manejo de los fármacos; patologías específicas que debemos reforzar; o cuestiones importantes como la comunicación médico-paciente y entre los propios profesionales. Para nosotros es fundamental el trabajo en equipo, porque estamos en una etapa de formación”.

-En los últimos años, muchos médicos que concluyen la residencia en el Archipiélago se ven obligados a marcharse porque no les ofrecen estabilidad ni tampoco hay ofertas públicas de empleo. ¿Tan poco alentador es el panorama?

“Hay que ser conscientes de la situación económica que hemos vivido, pero no deja de ser una lástima que gente que académicamente ha sido brillante y se ha preparado muchísimo para ejercer dentro del sistema público de Canarias, se vea obligada a marcharse, teniendo en cuenta el gasto económico y los recursos que se han invertido en ese médico. Y cuando está listo para ejercer, cuando además es necesario, no se le ofrece la oportunidad de ejercer en el sistema que lo ha formado. Es incongruente”.

-Otro problema que suelen encontrarse los residentes es que en ocasiones se les dan más atribuciones de las que tienen realmente, debido a los recortes de personal que se han producido en el sistema público. Esto incluso ha ocasionado algunos problemas graves. ¿Se consideran como una especie de conejillos de indias?

“No le puedo engañar, porque es verdad que hay muchos hospitales y servicios en los que sucede, no solo aquí en Canarias, y obviamente no es lo ideal, porque hay muchos residentes que no están preparados para enfrentarse a determinadas situaciones. Es algo que está pasando, pero también los MIR debemos ser conscientes y asumir responsabilidades, sabiendo hasta dónde podemos llegar y pidiendo ayuda cuando la necesitemos. Esto es algo que nos va a pasar no solo durante nuestro periodo de formación, también cuando seamos especialistas y nos enfrentemos a situaciones nuevas. Al final, el día a día es así, pero no se puede generalizar, porque creo que no es algo que ocurra con frecuencia. Tampoco estamos tan exprimidos”.

-Pero muchos de sus compañeros residentes se quejan de que en ocasiones no se sienten respaldados ni por la Administración, ni por los sindicatos, ni tampoco por sus propios compañeros…

“Yo apenas llevo unos meses haciendo la residencia y en contacto con la profesión, pero por ejemplo en el colegio de Tenerife existe la figura de un representante de los residentes, que al menos pone voz a todas las quejas y denuncias de los compañeros, tratando de velar por nuestros intereses. También nos ayuda con este congreso de residentes y preparando cursos y conferencias durante el año”.

-¿Tienen algún tipo de relación con la Administración sanitaria? ¿Le pueden expresar sus quejas o sugerencias?

“La verdad es que no tenemos ninguna relación directa con la Consejería, y solo algunas cuestiones se tratan a través de los sindicatos. De todas formas, cualquier residente que tenga un problema o una duda debe acudir primero a su tutor o a su jefe de unidad, y seguir los estamentos que están a su alcance”.

-Sin embargo, esos tutores no siempre tienen tiempo para realizar el trabajo que tienen encomendado, ¿no es así?

“Es verdad que lo ideal sería que esos tutores tuvieran el tiempo necesario para poder resolver nuestras dudas y guiarnos, pero el día a día en un hospital o un centro de salud no es fácil para, y eso no siempre ocurre. Pero para eso existe la figura del coordinador de residentes en el colegio de médicos, que también nos puede ayudar y resolver dudas cuando las tengamos”.

-En 2017 se restringirá a un 2% el número de médicos que puedan formarse en una segunda especialidad, que es una de las pocas salidas que ahora tienen los facultativos para poder acceder al mercado laboral. ¿Qué opinión le merece?

“Es una situación muy complicada, porque por un lado no es bueno privar de la opción formativa a un médico que quiera coger una segunda especialidad; y tampoco es malo para el sistema. Pero también entiendo que no por ello deben quedarse sin poder ejercer médicos que salgan de las facultades, porque no pueden optar a plazas; o que no haya tantos alumnos que acaban la carrera de Medicina y no puedan acceder a la residencia. Es una disyuntiva difícil, y será algo que dará mucho que hablar durante este año”.

-En su opinión, ¿cuál es el futuro que les espera a los residentes?

“Parece que las cosas pueden empezar a cambiar, pero está por ver. Para mi, la estabilidad del médico es fundamental para que pueda dedicarse a su labor, no solo al trabajo diario, también a la investigación. Prefiero no pronunciarme a nivel político, porque lo importante en este ámbito es el trabajo, más allá de los partidos, las personas y los cargos”.