CASO MADRID ARENA

Flores (principal acusado del Madrid Arena): “Nunca se me pasó por la cabeza que hubiera hecho algo mal”

El principal acusado del caso Madrid Arena, Miguel Ángel Flores, ha afirmado este miércoles durante la segunda sesión del juicio oral celebrado en la Sala Cero de la Audiencia Provincial de Madrid que nunca se le pasó por la cabeza que hubiese hecho “nada mal”.

De este modo ha respondido Flores a su abogado, José Luis Fuertes, a quien también le ha asegurado que nunca supo lo que estaba pensando durante la macrofiesta, ya que se encontraba en la zona VIP – un nivel por encima de la pista, impedía ver lo que pasaba- y que al conocer la situación pensó que “tenía que resolver lo que había pasado” y por ello a las ocho de la mañana de ese mismo día -1 de noviembre de 2012- acudió a declarar.

Fuertes ha preguntado al acusado cuáles cree que fueron las causas de la tragedia, a la que Flores no ha querido denominar avalancha, sino “montaña de personas humanas”. “Fue un problema de flujos en una zona de tránsito” ha afirmado Flores, para quien la tragedia “no tenía que haber pasado nunca”.

Según Flores, dejó de oír música a las 3 de la mañana, justo antes del comienzo de la actuación estelar de la noche, el dj Steve Aoki. Miguel Ángel Flores ha indicado que este hecho lo declaró en comisaría aunque “en principio” no le dio importancia.

Flores ha explicado que al salir la gente del escenario -por la falta de música- y entrar otras personas al mismo tiempo -para ver a Aoki- “al no tener compartimentación estas pobrecitas debieron tropezar”.

De nuevo Flores ha vuelto a insistir en que el recinto “no está preparado para espectáculos de gente de pie”, ya que entre otras cosas no tiene salida de emergencia”, algo que ha dicho, debería favorecer que el conocedor del aforo del recinto “no lo alquile”.

LAS ENTRADAS

El principal acusado se ha reiterado en que nunca incumplió el aforo permitido, establecido en 10.620 personas, al no vender más de 9.600 entradas previas al evento más las 70 emitidas en taquilla.

Respecto al porqué en los ordenadores de la Policía Informática aparecían más de 22.000 entradas, Flores ha asegurado que “se han contabilizado las emitidas, pero solo hay que contar las que han pasado por el lector -los tornos-, que son las vendidas”.

Ha reconocido que emitió para la venta un número de entradas superior al aforo, ya que “se hace así”. “Se distribuye una cantidad de entradas superior para espectáculos de público de pie a nivel nacional en formato físico en pequeños talonarios de 25 entradas”, ha dicho. Así, Flores ha explicado que la primera tanda de entradas a 22 euros que no fueron vendidas se liquidaron “para tener un control semanal de lo vendido” y que no pasaran entradas de 22 por las de 25 euros.

Al ser preguntado por su defensa, Flores ha asegurado que para otros espectáculos en el mismo recinto le habían permitido “otros aforos”, como por ejemplo para un evento de Año Nuevo en el que se reunieron 19.650 personas en el Madrid Arena. “No era obligatorio controlar el aforo por planta, no está preparado el recinto para ello”, ha explicado.

La jueza le ha preguntado sobre la manipulación que ha asegurado Flores, sufrieron las urnas en el pabellón Satélite para que en el recuento de las mismas salieran más de las permitidas por el aforo. “Cuando fuimos a retirar el material, había desparecido todo”, ha señalado el acusado.

“Se metieron talonarios de entradas con matrices y en las urnas aparecieron también fotocopias de las entradas que se dejaron en las jaimas”, ha aseverado Miguel Ángel Flores, quien ha señalado que “se precintó el Madrid Arena pero no el pabellón Satélite”.

CONTRATOS

Flores ha asegurado que “no era obligatorio por contrato establecer un contrato de enfermería ni establecer un seguro de responsabilidad jurídica”.

También ha señalado que desconoce la cantidad exacta de efectivos que habría dentro o fuera “porque la maneja Madridec”. Del mismo modo ha asegurado que desconoce “a día de hoy” dónde se encuentra el cuarto de cámaras, ya que “depende de Seguriber”.

Preguntado por si habría pretendido un aumento de ganancias con el presunto sobreaforo, Flores ha afirmado que su empresa es “continua” y que tiene 20 años. “Este evento era de los pequeños y no hubo beneficios”, ha añadido.