Adasat Toro Rojas ya está en casa. El púgil tinerfeño perdió el martes por nocaut técnico en Los Ángeles en su primera experiencia en los Estados Unidos en un combate que considero que estaba “bien parado”.

“Creo que la pelea está bien parada porque el árbitro tiene que cuidar al boxeador”, reflexionó el excampeón nacional del peso semipesado, que añadió que “intenté dar guerra y dar la talla en Estados Unidos y creo que van a salir más cosas”, y no se escudó en nada porque “no hay ninguna excusa para la derrota”.

Adasat admitió que el combate ante Caleb Plant “lo aceptamos y sabíamos que había riesgo y que el rival era muy bueno, tuvimos poco tiempo para prepararlo, pero lo hicimos sin riesgo y sin culpar a nadie”, mientras que reconoció que estratégicamente el norteamericano le ganó el pleito porque “pensábamos que él no se iba a mover tanto sino a cambiar golpes y cuando empezó a moverse tanto me desconcentró, se salió de mi estilo de pelea”.

“No salí nervioso ni me impresionó el escenario, fue una experiencia buenísima y tengo muchísimas ganas de volver otra vez y ojalá sea para pelear con el mismo rival”, afirmó el tinerfeño, que reconoció que el trabajo de Plant se salió del guión, lo que motivó “que me bloqueara”. “Nosotros trabajamos para hacer solo ocho asaltos, no para hacer un campeonato del mundo”, dijo antes de asegurar que regresa de la experiencia norteamericana “con ganas de empezar a entrenar desde ya mismo”. Adasat adelantó que en sus planes podría estar “bajar aún más de peso”, que se sentía “motivado” y que este revés “no me va a desanimar”.