yo, tú, ella

“Las universidades deben adaptarse a los cambios sociales y laborales”

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"El aprendizaje de los jóvenes en la red, con YouTube o dispositivos móviles, es ignorado por los sistemas de educación formal”, afirma Carina. | FRAN PALLERO

Por VERÓNICA MARTÍN

Carina González es de esas personas que, como dirían nuestros abuelos, son desinquietas. No para de hacer cosas y siempre está participando de nuevos proyectos. Es una mujer aferrada, por convicción, a la tecnología y al mundo académico.

-¿Por qué eligió usted la tecnología como profesión?
“Elegí estudiar Informática porque sabía que era una carrera de futuro y que iba a ser necesaria en todas las profesiones, por tanto, el abanico de oportunidades que tendría para desarrollarme profesionalmente sería inmenso”.

-¿Qué le llamó la atención para cursar los estudios de ingeniería informática?
“Las posibilidades de creación, de llevar las ideas a cuestiones tangibles y desarrollar proyectos que puedan cambiar las formas actuales de hacer las cosas. La informática está en constante evolución y sus aplicaciones son casi infinitas. Pienso en la informática como una herramienta que ayuda a las personas a mejorar sus vidas”

-Desde que inició usted estos estudios hasta ahora el desarrollo tecnológico ha sido realmente exponencial, ¿esperaba que fuera así?
“Sí, yo comencé a estudiar informática en los 90, pero ya en los 80 jugábamos con diversas consolas y hacíamos programas en donde sabíamos y controlábamos a bajo nivel lo que estaba pasando en nuestros ordenadores, y las personas que utilizaban ordenadores tenían que saber informática. Hoy la tecnología está instalada en la sociedad y tenemos potentes ordenadores de bolsillo (smartphones), vivimos conectados, realizamos transacciones electrónicas, videoconferencias a diario, estudiamos a distancia, entre las miles de actividades que ya son cotidianas y en donde la interacción es natural para los usuarios y no tienen que saber informática para hacer uso de todo esto. Es lo que más me fascina, esta evolución hacia el Internet de las personas… igual más que el Internet de las cosas”.

-Hoy en día todos llevamos un potente ordenador en el bolsillo… nuestros smartphones, ¿qué oportunidad representan?
“La oportunidad de disminuir la brecha digital, de llegar con un dispositivo móvil a sitios rurales, al tercer mundo, y a través de un dispositivo móvil y conexión a Internet, tener la posibilidad de acceder a la información, a la educación online y acceder al conocimiento. Pero esto también requiere de que el contenido en Internet sea libre y accesible. Es una oportunidad de trabajar y preservar el Procomún, que nace de la interacción entre los miembros de una comunidad, en este caso de una comunidad expandida y global”.

-Usted está implicada en la actualidad en el nuevo equipo de gobierno de la Universidad de La Laguna, ¿con qué ideas llegan?
“Sí, estoy en la Dirección de Innovación y Tecnología Educativa, dentro del Vicerrectorado de Docencia. Entre los objetivos que nos hemos marcado en esta área, uno de los más relevantes es el de impulsar y apoyar el desarrollo de titulaciones online y semipresencial y brindar una oferta educativa de calidad en este sentido, acorde a las necesidades actuales de la sociedad. También, la producción de contenidos educativos digitales audiovisuales de calidad debe formar parte de la estrategia, siendo una línea de vital importancia, dado que en la sociedad de la información este formato es el imperante. También como línea futura se está trabajando en la creación de un centro que articule los diferentes servicios y estrategias de apoyo a la docencia y el aprendizaje, no solo relacionado al campus virtual, sino con una visión más amplia de integración de las tecnologías en los distintos procesos de innovación y experimentación basadas en TIC. Este centro incluiría, entre otras acciones principales, además del apoyo a la docencia en la producción digital de contenidos multimedia, los recursos educativos en abierto, la integración de tecnologías móviles en la enseñanza, los cursos masivos en abierto (MOOCs), la evaluación y análisis de tendencias futuras de enseñanza, el apoyo a la internacionalización de la docencia en línea, los laboratorios virtuales y remotos, y participación en proyectos y redes, entre otras acciones”.

-¿Qué cree que es lo más urgente de modificar en la ULL?
“La ULL, como la mayoría de universidades españolas, está inmersa en diversos procedimientos burocráticos que sobrecargan a su personal y que, sumados a los recortes a nivel presupuestario, hacen que la gestión se vuelva bastante compleja. Por ello, esto debe mejorarse, pero es bastante complicado por el contexto en el que está inmersa la Universidad”.

-¿Las universidades deben cambiar? ¿En qué?
“Las universidades deben cambiar y adaptarse a los cambios sociales y a las nuevas necesidades de la sociedad y del mercado laboral. Actualmente existen trabajos que requieren personas cualificadas en profesiones y especialidades para las cuales las universidades no tienen diseñadas titulaciones oficiales o son muy escasas (por ejemplo, big data, ciberabogacía, nanotecnología, etc.). La trasferencia de conocimiento a la sociedad y su relación con las empresas también es algo que se debe potenciar. Además, las universidades deben estar al servicio de la sociedad no solo entendiendo la transferencia como la relación con las empresas y actividades del tipo económico, sino a través de actividades de voluntariado, de cooperación al desarrollo, actividades culturales, etcétera”.

-El uso de la tecnología en las aulas y en la educación es algo que usted estudia y trabaja, ¿cómo debe usarse?, ¿qué ventajas trae?
“Las tecnologías son una herramienta de soporte y ayuda, y por sí solas, no generan una mejora en el aprendizaje. Por ello, la clave está en la metodología. El profesorado reproduce muchas veces las formas de enseñanza que ha vivido. Y se sigue el modelo de trasmisión de la información y el aprendizaje centrado en los contenidos, aún hoy, cuando hace tiempo se habla del aprendizaje centrado en el estudiante y las competencias. Los estudiantes actuales han nacido y viven en una sociedad digital y quieren y pueden aprender de formas diferentes, ya que tienen acceso a los contenidos en Internet. Juegan online y son parte de comunidades virtuales, aprenden a través de vídeos y tutoriales en YouTube, las redes sociales y los dispositivos móviles son una parte fundamental de sus vidas… y este aprendizaje informal es ignorado por los sistemas de educación formal, que por el contrario centran y apoyan mayoritariamente su docencia en plataformas que gestionan y centralizan la enseñanza y el aprendizaje en aulas virtuales. Por ello, creo que se debe avanzar en la creación de ecosistemas en donde convivan tecnologías y metodologías que sean más ajustadas a la realidad y demandas actuales. Por ejemplo, metodologías como el flipped classroom permiten aprovechar los espacios presenciales para aprender haciendo y cambiar el modelo expositivo de transmisión de la información, o el aprendizaje basado en juegos, motivaría a los estudiantes a aprender física, química o matemáticas o pensamiento computacional de forma casi natural, aprovechando el potencial de enganche propio de los videojuegos”.

-Hay mucha gente que relaciona tecnología con usos negativos como adicciones especialmente en el caso de niños y adolescentes, ¿qué les diría?
“Les diría que esto mismo pasaba con la televisión hace algunos años atrás. La clave está en saber gestionar los tiempos y los usos correctos de la tecnología y que la familia debe seguir ciertas pautas de usos recomendados para que estas conductas inapropiadas no se produzcan”.

-Otro de los aspectos que llaman la atención es la poca presencia (o al menos de visibilidad) de mujeres en tecnología. Es algo contra lo que usted quiere luchar, ¿cómo?
“La poca presencia de las mujeres en las carreras tecnológicas es un hecho, y mucho más en las carreras de informática o telecomunicaciones. En el caso de la Universidad de La Laguna, en los últimos 10 años, el porcentaje de mujeres que estudian la carrera de informática no supera el 17%, cifra que está relacionada con otras universidades españolas que tienen esta carrera. La baja presencia de mujeres en las carreras técnicas no mejora a nivel europeo ni en USA. Por tanto, es un fenómeno generalizado en occidente. También las empresas están preocupadas por esta escasa presencia. Por ello, han surgido numerosas iniciativas que intentan impulsar la participación y visibilidad de las mujeres en la tecnología: Girls’ days, Tech & Ladies, Women TechMakers, Campus tecnológicos para chicas, etcétera. Creo que, aunque estamos en camino, se debe mejorar la información a las niñas de lo que implica realmente el trabajo de un ingeniero (social, colaborativo, creativo), asociar la proyección social de la ingeniería, ya que se pueden aportan soluciones a los problemas reales y mejorar la vida de las personas, evitar estereotipos y que las propias mujeres se autoexcluyan de este tipo de profesiones por miedo a verse menos capaces o por cuestiones de conciliación entre la vida laboral y personal, entre otras acciones que se deberían trabajar a edades tempranas y dentro de la escuela”.

-De hecho, organiza usted un encuentro que se centrará en este aspecto. Cuéntenos más de ello.
“En 2014 en Tenerife organizamos un workshop llamado Engendering Technologies, el cual se volvió a celebrar en Cataluña en 2015 y en 2016 se celebrará en Salamanca, en el marco del Congreso Nacional de Informática CEDI 2016. También en marzo, estamos organizando el encuentro Women Techmakers, que es una iniciativa liderada por Google, que se está expandiendo a un programa a nivel mundial, y que con motivo del Día Internacional de la Mujer se hará en conjunto otros encuentros locales organizados por las mujeres que forman parte de Women Techmakers a través de los diferentes Google Developer Groups de España”.

-Tenemos un problema con la poca cantidad de ingenieros informáticos que tenemos en España, lo que nos va a generar problemas de dependencia en un futuro, ¿qué opinión tiene al respecto? ¿Cómo lo solucionaría?
“Quizás una clave está en acercar a los estudiantes de Secundaria a la informática y trabajar el pensamiento computacional desde edades tempranas. Necesitamos que los estudiantes aprendan a crear tecnología desde pequeños y que trabajen pensando en el diseño y desarrollo de proyectos que solucionen problemas reales de su entorno. Creo que estos estudiantes estarán más motivados en continuar sus estudios en carreras que les permitan profundizar sus conocimientos en esta línea”.