reflexión

La misericordia – Por Juan Pedro Rivero

Las definiciones suelen ser breves. Se trata de decirlo todo en pocas palabras. Simplificando aspectos y utilizando términos precisos que recojan la totalidad de la realidad que queremos exponer. Es un resumen en términos propios de algo. El diccionario nos dice que se trata de “explicar en un enunciado, de manera exacta y clara, el significado de una palabra o de un concepto”.

Hay definiciones fáciles y definiciones complejas. Puede que en ocasiones nuestros prejuicios -positivos o negativos- nos afecten a la hora de definir el concepto. ¿Qué diríamos si se nos pide que definamos el cristianismo? ¿Cómo lo resumiríamos con exactitud para distinguirlo de cualquier otra experiencia religiosa o relación de trascendencia? ¿Cuál es la esencia distintiva del hecho cristiano?

Si nos aproximamos por el camino de la comparación, distinguiéndolo de los grandes movimientos religiosos como el judaísmo o el islamismo, diríamos que es el movimiento espiritual que surge de la persona y actividad de Jesús de Nazaret y que ha caracterizado la cultura de occidente. Pero esa definición sigue pareciéndome inexacta. Si nos aproximamos a su elemento estructural o sociológico, posiblemente se diga que está constituido por numerosas confesiones -católicos, ortodoxos, protestantes, anglicanos, etc.-, que tienen en común la confesión de Jesús como el hijo de Dios y Señor y Salvador de todos los hombres. Pero, siendo verdad, sigue pareciéndome incompleta.

El papa nos acaba de regalar una publicación titulada El nombre de Dios es misericordia. Tal vez sea ésta una buena definición de cristianismo. Aquellos que siguen a Jesús cumpliendo el mandamiento fundamental de amar a Dios y al prójimo, sea amigo o enemigo, como respuesta a la experiencia radical de encuentro personal con la Misericordia, o sea, con Dios que tiene el rostro de Jesús de Nazaret, que sigue estando presente en la Iglesia. Sí, esta definición me deja un poco más satisfecho.

La esencia del cristianismo es la Misericordia. No busquemos otra.

@juanpedrorivero