tribuna villera

El mundo al revés

Depende de dónde se le mire. Hay perspectivas para todos los gustos. Ahora lo haremos a través de un Monumento de la Naturaleza. De una foto del Teide tomada hace unas semanas. A mitad de diciembre de 2015, desde un estanque que está emplazado en la cabecera del viejo Jardín Botánico de La Orotava, en el Durazno portuense, desde 1788. Cuando llegué a la oficina, donde disfruto de la vista del Teide, la comparé con otra foto que aparece en el libro escrito en 2000 por el paisano Tomás Méndez Pérez, sobre Antecedentes Históricos del Teide y las Cañadas.

Ambas fotos se las envié por WhatsApp a un grupo de amigos, cercanos y lejanos, con los que comparto noticias diariamente sobre la vida cultural, social y natural del mundo en que nos ha tocado vivir. Dos de ellos me contestaron enseguida, se les notaba que tenían prisa por dejar corriendo el calendario de 2015. La amiga Milagros me comentó que “todo cambia”, que diría Mercedes Sosa. El profesor y poeta, también portuense, José Javier, me respondió que las fotos le recordaban la obra literaria del admirado Eduardo Galeano Patas Arribas. La escuela del mundo al revés. Mi intención con las fotos no era provocar a nadie, nada más lejos de la realidad. Todo lo contrario, quería hacerles ver la diferencia de casi un siglo en la naturaleza y cultura de un pueblo, de un valle, que conoció el caminar del agua, desde Aguamansa hasta el Botánico, las aguas ilustradas del siglo XIX, bajo la óptica del Padre Teide, todo un centinela de la isla. Un volcán que se mantiene impertérrito en lo alto de la isla y que pronto va a conocer efemérides interesantes e importantes. Son los casos de las fechas 1 de enero y 7 de diciembre de 2016 que evocarán dos centenarios: (I) la inauguración del observatorio meteorológico de Izaña, hoy asociado al cambio climático, y (II) la aprobación de la Ley de los Parques Nacionales de España, promovida por el senador asturiano Pedro Pidal, que sirvió de base jurídica para la declaración del Teide como Parque Nacional en 1954, a pesar del acuerdo del Ayuntamiento de La Orotava, a propuesta del concejal Juan Acosta Rodríguez, en 1917, ratificada por el Distrito Forestal de Canarias y el Cabildo de Tenerife. Ello nos lleva a pensar en la necesidad de organizar ya un Encuentro Internacional sobre Turismo, Cultura y Naturaleza en las Islas Canarias, en la isla de El Hierro en particular, donde el Meridiano de Orchilla puede remover las coordenadas geográficas del Nuevo Mundo del siglo XXI. De eso sabe mucho la herreña María Mérida, sobre todo de Cuba y Venezuela. ¡Hoy un mundo al revés!