Tertulia habanera

Las obras de Wilfredo Lam recorren los museos europeos – Por Othoniel Rodríguez

La retrospectiva multicultural del pintor cubano Wilfredo Óscar Lam y Castilla (1902, Sagua la Grande, Villa Clara-París, 1982), hijo de chino cantonés y de mestiza cubana, absorbe la atención del público europeo a través de una exposición antológica que abarca la totalidad de su producción con 400 lienzos, ilustraciones, fotografías y documentos privados.

Desde el pasado 30 de septiembre y hasta el 15 de febrero próximo, el Museo Pompidou de París acoge, tras la monografía póstuma de quien fuera uno de los pintores más importantes del pasado siglo, la primera escala del itinerario europeo de esta muestra, que luego se trasladará a otras dos pinacotecas: el Museo Reina Sofía de Madrid y la Tate Modern de Londres.

Al circunscribir la personalidad e impronta mestiza de Lam, el Pompidou resaltó “lo singular y paradógico” de este artista, lo cual aumenta las expectativas para la sede española, el Reina Sofía, preparada para recibir la exposición entre abril y agosto próximos, para sucederla luego en Londres, desde septiembre hasta enero de 2017.

Desde los comienzos de la década del 30 del siglo pasado, la influencia surrealista se hizo evidente en todos sus trabajos. En 1938 se fue a residir a París, donde Picasso lo orientó y le sugirió el interés por el arte africano y las máscaras primitivistas. Ese mismo año viajó a México, donde se relacionó con los grandes pintores Frida Kahlo y Diego Rivera. Ahí empezó a reflejar su obra con el folclor afrocubano. Durante la II Guerra Mundial pasó también una temporada en el Caribe junto a André Masson y André Breton. De este último ilustró en 1940 su poema Fata morgana. A final de 1942 comenzó su importante obra La jungla.

Según Catherine David, una de las grandes comisarias francesas, “con esta exposición se trata de redescubrir a Wilfredo Lam para situarlo en el primer rango de la modernidad pictórica”.