tribuna

Oramas for ministra – Por Santiago Pérez

Tras su entrevista con el rey, Ana Oramas anunció que su partido está en “conversaciones directas” tanto con el PP como con el PSOE y que podría apoyar a uno u otro porque tiene “magníficas relaciones con ambos”, pero siempre que fueran capaces de ofrecer un “gobierno estable”. Es decir: lo mismo les da que les da lo mismo un gobierno del PP que un gobierno progresista liderado por el PSOE. Puesta a jugar a la “política pura” fuera del escenario trucado de la política tinerfeña, la verdad es que Oramas es una genia de la política. Por una vez en la vida, ha sido sincera. Lo de ella es el poder. ¿Será viable un gobierno PSOE/Podemos/ IU? Lo cierto es que se va a tropezar, antes de nacer, con una resistencia endiablada de todos lo que se benefician del incremento obsceno de las desigualdades en España, esas que marcaron tan dramáticamente nuestra historia, las que imposibilitaron durante siglos la convivencia pacífica entre las personas y los pueblos de España. En fin, las que los protagonistas de la tan denostada Transición intentaron conjurar con la proclamación del Estado Social y con la introducción de una fiscalidad moderna y progresiva en los Pactos de la Moncloa, para poder financiar los mecanismos básicos de solidaridad. No nos engañemos: el PP no representa sólo lo que representa en votos, que es mucho, sino que -aunque esté en la oposición- dispondrá de todos los mecanismos de influencia de aquellos sectores de la sociedad española y del mundo globalizado que lo ven como su opción favorita. Y eso es mucho poder. En los tiempos que corren, más -mucho más- que el del propio Estado. El único contrapeso frente a esa montaña de poder, será el del respaldo militante de amplios sectores de la sociedad española rebellados contra el retorno del capitalismo salvaje y la ruptura, esa sí, del pacto constitucional. Ese respaldo es poco; pero es mucho. Y puede ser un contrapeso eficaz del poder económico, si un gobierno progresista actúa sabiamente. Y en esos contrapesos anidan la democracia y la libertad política. Por otro lado, el propio sistema político español está concebido para favorecer la estabilidad del gobierno legalmente constituido. De forma que, una vez investido, para destituir al presidente y a su gobierno hace falta una moción de censura constructiva, es decir con un candidato a presidente, aprobada por mayoría absoluta del Congreso. ¿Ven ustedes al PP aliado con PNV, ERC, DyL y Ciudadanos para derribar a Pedro Sánchez? Yo no; pero tampoco le demos más importancia de la que tienen las reglas constitucionales. Prefiero un gobierno consciente de su pequeño margen de maniobra, pero también de ser el único valedor de los valores que sustentaron el restablecimiento de la democracia, que un gobierno que sea mero apéndice de esta revolución conservadora que nos retrotrae a la ley de la selva. ¿Y qué tiene que ver todo esto con el título del artículo? Nada. Lo mismo que representan Oramas y Coalición Canaria en este escenario.