el charco hondo

Pásalo

No habrá planta de biomasa en el puerto de La Luz y de Las Palmas. Pásalo. Conocidos los informes desfavorables que ha emitido la Consejería de Sanidad, el proyecto no cumple y no se podrá llevar a cabo. Así lo ha garantizado, públicamente, el presidente del Gobierno. Sin colorantes. Tal cual. No habrá planta de biomasa, ha dicho. Algún añadido sí deslizó. Apuntó Clavijo que el Ejecutivo no autorizará -jamás, nunca- iniciativas que perjudiquen la salud o el aire, y que mucho tendría que modificarse el proyecto -ojo- para que Sanidad cambie de parecer. Pásalo. Permeable a la contestación que la planta de biomasa tiene en Gran Canaria, el presidente ha dado el paso que muchos estaban demandando. Allá, movilización. Acá, desmovilización.

Allá el rechazo institucional -y ciudadano- ha sido escuchado, el Gobierno tomó nota. Acá, quietud. Sumergidos en un silencio extraño, general e inquietante (pues también Granadilla tiene declaración de interés general), por acá solo se escuchan voces en las redes, gargantas que circulan la preocupación que genera la posibilidad de una planta de biomasa en el sur de la Isla. Allá, tras la rebelión de estos días, han logrado que el presidente se moje. Acá, silencio; y aún siendo cierto que en el caso de esta Isla no hay petición formal de la empresa, no estaría de más que el alcalde de Granadilla, el presidente del Cabildo o el propio Gobierno digan públicamente que en Las Palmas no, que así no, y que aquí tampoco. Pásalo. Quienes estos días han circulado algunos pásalo en las redes (a renglón seguido va la planta de Granadilla, advierten) bien merecen un pronunciamiento. No hay petición formal, pero cuentan con la declaración de interés general. El carácter estratégico de los proyectos -aprobado por el anterior Gobierno, y ratificado por el actual- decae con los informes de Sanidad. Estupendo. Igualmente saludable sería que para despejar dudas alguien garantizara que ni en Las Palmas ni en Granadilla. Pásalo.