Santa Cruz

Plaga de mosquitos neutralizada en Ofra

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Plaga de mosquitos que afecta a la urbanización en Finca La Multa, Ofra

Fotos: Andrés Gutiérrez

Los apartamentos América aún pueden encontrarse en páginas de reserva de alojamientos, 15 pisos que van desde el tamaño de una habitación de unos seis metros cuadrados hasta algunos con dos habitaciones además de cocina y baño. En pleno barrio de Finca la Multa, en Ofra, este edificio hace tiempo que dejó de cumplir la finalidad para la que fue construido y pasó a ser refugio de una quincena de familias que han ocupado las viviendas. Mujeres embarazadas, niños, jóvenes, “muy pobres”, como los define una de las personas que vive en los apartamentos, y que en los últimos meses han venido sufriendo un grave problema de salubridad pública que ya comenzaba a afectar seriamente a las calles colindantes. Una situación a la que ayer el Ayuntamiento de Santa Cruz, a través de la coordinación de las áreas de Servicios Públicos, Sanidad y Seguridad, puso fin. Y es que tras el embargo del edificio a su propietario, este arremetió contra el inmueble destrozando el interior y por último rompiendo los bajantes de las aguas fecales. El resultado de esta acción ha sido que, tras la ocupación, estas aguas se acumularon en el garaje del inmueble, más de un metro y medio achicó ayer Emmasa, convirtiéndose en un foco de infección y generando una plaga de mosquitos que ha acabado afectando a toda la calle América, donde se ubica el edificio.

“El inmueble está ocupado y es propiedad de Bankinter que lo puso un embargo al propietario, quien vino y rompió las tuberías de saneamiento”, explicaba ayer el concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga. “Los usuarios del edificio -continuó- han seguido utilizando los baños y sigue cayendo la basura abajo, cada vez que tiran de la cisterna cae al garaje”.

Desde primera hora de la mañana de ayer, los operarios municipales, pertrechados con monos, mascarillas y desinsectante, procedieron a limpiar el garaje. “Hay enseres flotando y se ha creado una cantidad de mosquitos espectacular que es lo primero que se crea en una situación de insalubridad como esta y que ha afectado a todos los edificios colindantes y vecinos”, explicaba Arteaga mientras los operarios procedían a la limpieza.

El edil señaló que se ha intentado en varias ocasiones resolver este problema pero había chocado con la desconfianza de los usuarios que ocupan el inmueble, también con la del banco, además de que “es un edificio privado y no se puede entrar así como así”. Al final, “en tres días hemos coordinado todas las actuaciones principalmente con los vecinos que han acordado darse de alta con el agua, independientemente de que mantengan su situación”. Y es que el pasado martes, durante un zafarrancho de limpieza en la zona, los vecinos de la calle se acercaron a Arteaga para contarles lo que estaba pasando y exigir una solución. Comprobada la situación extrema a la que se había llegado se puso en marcha la operación de limpieza.

El concejal agradeció a todas las áreas participantes la posibilidad de solventar el problema, empezando por Emmasa, “gracias a ellos podemos estar haciendo esta actuación”, afirmó. También agradeció al banco la colaboración al haber autorizado la entrada y a Sanidad por articular el protocolo para entrar a desinsectar por razonas higiénicas y sanitarias. La Policía Local dio apoyo al operativo. Arteaga quiso destacar que el problema quedó solucionado en su totalidad, no solo por la limpieza sino también porque los operarios de Emmasa procedieron a reparar los bajantes rotos, con la colaboración del banco, “en el día de hoy (por ayer) el problema sanitario ha quedado resuelto”, añadió.

Jessica Arocha es una de las vecinas de la calle América que ayer mostró su alivio por la limpieza del garaje ya que su casa ha sido una de las más afectadas por la plaga de mosquitos. “Pinté hace dos meses y tengo las paredes prácticamente rojas de matar mosquitos”, afirmó. Tanto ella como Dunia Marichal, otra de las vecinas, reconocen que se han gastado un dineral en antimosquitos y ambas han sufrido en sus carnes y en las de sus hijos el ataque de los insectos, mosquitos de un tamaño considerable que ayer sobrevolaban toda la calle intentando huir de la fumigación.

En cuanto a la 15 familias que ocupan el edificio, “de momento han visto solucionada la cuestión sanitaria y respecto a su situación, ya los hemos derivado a la UTS de Ofra para que reciban ayuda”, concluyó Arteaga.