Si usted tuviera que elegir un himno para el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, seguramente elegiría la canción compuesta en 1974 por Agustín Ramos, con letra del poeta Delfín Yeste: Santa Cruz en Carnaval. Y es que no hay un tinerfeño que no sepa tararear el ritmo que acompaña a esas cuatro palabras. Además, sus estrofas y sus incontables versiones han ido poniendo la música a esta fiesta a lo largo de la historia, hasta convertirse en reflejo de lo que nos ha tocado vivir.

La canción se compuso en plena caída del régimen franquista. Al ritmo de la samba de la orquesta Nicanrandy, los tinerfeños borraron de su vocabulario eso de “fiestas de invierno”, como ardid para evitar la censura, para asumir que en febrero, Santa Cruz ya estaba en “Carnaval”. En ese entonces Agustín Ramos, miembro de la referida orquesta, ya era todo un experto en la composición y más todavía en la trompeta. “Yo empecé en la música con 10 años, en 1951, cuando mi tío me dio ese instrumento para que formara parte del grupo Columbia”, relata en una reciente entrevista concedida a este periódico.

Pocos años después, en la década de los 80 del siglo pasado, mientras se declaraba que la de Tenerife era una Fiesta de Interés Turístico Internacional, todas las orquestas de la isla ya incluían la composición de Agustín Ramos y Delfín Yeste en su repertorio. Así como los grupos del Carnaval subían al escenario del Teatro Guimerá sus propias versiones de este tema. Estaban Los Gavilanes, que grabaron una cuña de radio cambiando una parte de la letra; los Danzarines Canarios, que fueron los primeros comparseros en convertir Santa Cruz en Carnaval en un tema de batucada; varias rondallas la adaptaron también a su pasacalle; la afilarmónica Nifú Nifá “hizo una versión, por supuesto, con otra letra, alegórica al Carnaval y a la crítica que nos tiene acostumbrados”, describe Ramos; y Los Fregolinos, que tocan el tema en su presentación.

Y así llegó 1986. El año en que la canción se convirtió en himno gracias a la versión de la reconocida orquesta Billo’s Caracas Boys. Un año después, ellos, junto a Celia Cruz, escribieron el nombre de Tenerife en el Libro Guinness de los récords por congregar a más de 250.000 personas en una plaza al aire libre. 250.000 personas que corearon eso de Santa Cruz en Carnaval; luz, belleza y simpatía. Derroche de fantasía, noche y día sin cesar. Fue desde el 86 cuando los carnavales pisaron la Plaza de Toros, de donde se marcharían en 1988.

La canción siguió interpretándose durante los años siguientes en el escenario de la plaza de España, hasta 2005 cuando se convirtió al Centro Internacional de Ferias y Congresos de Tenerife en templo de los grupos carnavaleros. Un año antes, Agustín Ramos hizo un popurrí dedicado al Carnaval que interpretó la Orquesta Sinfónica de Tenerife para celebrar el XX Festival de Música de Canarias. “En dicho popurrí, que no duraba más de nueve minutos, estaba La vida es un Carnaval de Celia Cruz, Santa Cruz en Carnaval, Carnaval Carnaval de Georgie Dann y El Africano de Wilfredo Vargas”, apunta el compositor.

La juventud y la modernidad pasan también por Santa Cruz en Carnaval. “En 2012 se eligió la versión de este tema del dj Ray Castellano como canción oficial de la fiesta santacrucera”, continua. Mientras que para este 2016 ha sido Ni un Pelo de Tonto el encargado de dejar su impronta en la historia de estas fiestas. “Este año suena sobre el escenario y por las calles de la isla la versión más roquera de la mano de Ni un pelo de tonto. Una muy buena adaptación de la que me siento contento y orgulloso”, se sincera Ramos. Y es que era el único estilo que le faltaba por escuchar.

El que empezó tocando la trompeta con 10 años en una orquesta de pueblo y acabó formando parte de la Orquesta Sinfónica de Tenerife hace hoy un repaso por la historia de su composición, que también puede ser la historia de nuestro Carnaval. “Para crear una canción popular hay que tener en cuenta el gusto de la mayoría, los ritmos simples llegan mejor a todo el mundo y nunca pasan de moda. Sin embargo, a veces escribir lo fácil es lo más difícil”, revela para DIARIO DE AVISOS.

Ramos, al igual que su canción, sigue renovándose año tras año. Ahora, junto al ayuntamiento de Candelaria, municipio que le vio crecer, da forma al I Festival de Música de Cámara Agustín Ramos, que se celebrará entre el 28 y el 30 de enero en el Centro Cultural de La Villa. Desde el próximo año se convertirá en concurso de cámara nacional. El objetivo es poner en valor la carrera de uno de los compositores más relevantes de de la isla, que también fue coautor del himno de Arafo y autor del himno del Círculo de Amistad El Recreo, miembro de la Orquesta Sinfónica y vicedirector y profesor del Conservatorio de música de Tenerife.

El músico posee todavía los derechos de autor de Santa Cruz en Carnaval. Y aunque son incontables las veces que se escucha su melodía en febrero, los beneficios económicos que reporta son prácticamente anecdóticos. “La gente piensa que se gana mucho dinero, aunque lo cierto es que los beneficios son mínimos, a penas da para un café”, subraya.

El dinero no es, por tanto, su mayor recompensa. “Lo mejor de todo es ver a la gente disfrutando de la canción que compuse. Nunca imaginé que fuera tan conocida, dentro y fuera de Tenerife”, agradece el compositor.

Ramos es hoy uno de los referentes de la música hecha en Canarias. Toda su carrera es ya una legado para los isleños que seguirán tarareando Santa Cruz en Carnaval cada febrero, como testimonio de lo que somos y de lo que fuimos. Y pensar que todo comenzó en 1951, cuando a un niño le regalaron una trompeta.