Jonay Risco cumplió con la báscula. El fajador tinerfeño dio los 70 kilos pactados como límite de su combate de hoy ante el ruso Anatoly Moiseev, una de las ocho superfights que tendrá la gala de Kunlun Fight que se celebrará en la ciudad china de Sanya.

Será un compromiso de revancha después de que el púgil de San Miguel superara con solvencia al ruso en su primer duelo. En una de las semifinales del Torneo Kunlun que ganó Risco a comienzos de 2015, el tinerfeño controló bien el pleito ante un rival que mostró buen trabajo de piernas, pero que no pudo ante la velocidad y la explosividad del doble campeón mundial tinerfeño.

“Va a ser un combate muy duro, mucho más duro que el de la otra vez”, señalaba ayer después de cumplir con la báscula Jonay Risco, que advertía que su rival “ya sabe quién soy en primera persona”, lo que dificultará aún más la posibilidad de superar a un hombre “que patea muy fuerte y muy duro, es peligroso con las patadas arriba y con ambas piernas y también sorprende con patadas tras giro”.

Como punto débil, Risco entiende que Moiseev es un rival “que empieza muy fuerte los combates, a un gran ritmo y poco a poco se va desinflando y aflojando el ritmo”, por lo que intentará poner en práctica el trabajo realizado durante el mes de preparación que consiste en “trabajar a nuestro ritmo, meterle mucha intensidad de entrada y buscar que no nos sorprenda con esas piernas, algo que hemos preparado con mi entrenador, Moisés Ruibal”. “Aunque la preparación para este combate ha sido más corta de lo normal creo que estamos preparados”, confesaba el tinerfeño, que tratará de hacer valer su condición física y su explosividad “para no darle oportunidades de que él pueda trabajar y poner en práctica su estrategia”. “Esta es una pelea muy seria”, admitía Jonay Risco acerca de un pleito que le debe seguir abriendo las puertas de los grandes combates y las oportunidades de fajarse con los mejores del mundo.
“Estamos preparados y con los deberes hechos para lo que venga”, concluyó.