Sus Majestades de Oriente traen una lluvia de regalos… y de agua

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FOTOS ANDRÉS GUTIÉRREZ / CEDIDAS

N. T. / Y. R.
Santa Cruz de Tenerife

La lluvia precedió su llegada. Los acompañó mientras recogían las llaves de la ciudad para, de manera casi mágica, desaparecer al inicio de su recorrido por las calles de Santa Cruz. Melchor, Gaspar y Baltasar trajeron ayer no solo la ilusión a miles de niños, sino también los primeros apuntes de un invierno que se resiste a llegar. En la tradicional bienvenida a los Reyes Magos que cada año tiene lugar en el estadio Heliodoro Rodríguez López, los paraguas protagonizaron buena parte del espectáculo, en el que se pudo ver un poco menos de público que otras ediciones debido a una lluvia intermitente y suave, aunque insistente a ratos, que caía desde primera hora de la tarde. Aun así, el espectáculo infantil comenzó puntual a las 17.00 horas, con la entrada al recinto deportivo de multitud de niños disfrazados, acompañados por sus padres o profesores, de distintos colegios y grupos coreográficos, quienes estuvieron bailando durante todo el espectáculo. Bajo la temática de El Musical de los Cuentos, los conductores del acto, los personajes infantiles Chispita y Arlequino, dieron paso a los personajes de Barrio Sésamo, Monster High y los Minions, que fueron accediendo al recinto y cantando y bailando junto con todos los niños presentes sobre el césped.

Pasadas las 17.30 horas hizo su aparición el helicóptero del Ejército que traía a los Reyes Magos de Oriente, quienes accedieron al recinto deportivo montados en camellos, acompañados por sus pajes y embajadores. Allí fueron recibidos por el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, quien les entregó la llave mágica que abre todas las puertas de la ciudad para que Melchor, Gaspar y Baltasar pudieran dejar todos los regalos que trajeron a los niños que se han portado bien durante el año. “Prepárense esta noche y póngannos un poquito de leche”, dijo el rey Melchor, quien junto con Gaspar y Baltasar, recorrió el estadio saludando a todos los niños presentes, para, a continuación, abandonar el recinto deportivo e incorporarse a la cabalgata, que presenciaron cerca de 220.000 personas.

Puede decirse que la magia que siempre acompaña a Sus Majestades fue la culpable de que la lluvia desapareciera para dejar paso a una noche sin rastro de nubes, justo al inicio de la cabalgata. Mientras en el resto de la Isla muchas se vieron suspendidas o recortadas en su recorrido, en la capital no solo se inició puntual, sino que, como había prometido la organización, fue rápida y dinámica, tanto, que antes de que dieran las nueve de la noche Melchor, Gaspar y Baltasar hacían acto de presencia en la plaza de La Candelaria para acercarse hasta el Belén allí instalado y realizar la tradicional adoración al Niño Jesús.

Los nervios y la emoción de los más pequeños se vieron multiplicados cuando comenzó a nevar sobre la plaza porque, este año, además de lluvia, lo Reyes también trajeron nieve artificial consigo, un efecto que hizo las delicias de los más pequeños.
El hecho de que este año Sus Majestades abandonaran los camellos para hacer el recorrido por la ciudad en carroza hizo que el desfile fuera mucho más ameno, sin los parones de otras ocasiones. También puede que el riesgo a que la lluvia reapareciera acelerara algo el tránsito por las calles capitalinas.
Con casi un millar de participantes, entre los que estaban los cuerpos de baile de algunas de las comparsas del Carnaval, padres e hijos disfrutaron de una Cabalgata en la que imperó la seguridad, cumpliendo estrictamente las medidas impuestas por el Ayuntamiento, como por ejemplo que los caramelos fueron entregados en mano por los pajes de los Reyes y los miembros de los grupos de baile. Tampoco hubo espacio para más animales que los seis camellos (dos por carroza real). Eso sí, iban muy cargados de paquetes de regalos.

Los Reyes llegan en tranvía a La Laguna

Al igual que en los últimos años, los Reyes Magos llegaron a La Laguna en el tranvía, hasta la avenida de la Trinidad, donde fueron recibidos por el alcalde, José Alberto Díaz. A continuación, Sus Majestades fueron al Santuario del Santísimo Cristo de La Laguna, donde se llevó a cabo la Adoración a la imagen del Niño de los Afligidos. Al finalizar dicha ofrenda, sobre las 18.30 horas, comenzó la cabalgata, que transcurrió por las principales calles del casco histórico de la ciudad. En Tegueste, unas 2.000 personas disfrutaron de la llegada de los Reyes a lomos de camellos.

El mal tiempo se impone en casi todo el Norte

El norte de Tenerife fue el más afectado por la lluvia caída en la tarde de ayer, la misma que obligó en municipios como La Victoria, Santa Úrsula, Tacoronte o El Sauzal a suspender la tradicional cabalgata y celebrar actos en recintos cerrados. En Los Realejos sí hubo desfile, aunque con menos séquito real y sin los camellos para evitar accidentes. En Puerto de la Cruz, finalmente, los Reyes salieron pero con un recorrido más corto. En La Orotava (en la imagen) también se celebró con un gran desfile por las calles habituales, como en Garachico, Buenavista, Los Silos o La Caleta. / da