sanidad

Vidas que salvan vidas

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Un amplio equipo profesional se encarga de extraer los órganos y trasplantarlos al receptor adecuado. | DA

Son las 4.30 de la madrugada. En el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) se recibe una llamada de teléfono desde la isla de La Palma. Informan de un trágico accidente de coche en el que han fallecido dos personas, dos jóvenes que cometieron una fatal imprudencia con resultado de muerte. Sus familias, a pesar de la crudeza de la situación y el dolor por la pérdida, han decidido donar los órganos de los chicos, ayudados por el consuelo de que sus vidas puedan salvar otras vidas.

Con la lógica licencia que impone el relato de unos hechos tan delicados, así se escribe la historia de algunos de los cientos de casos que en los últimos años han llegado hasta los responsables de la unidad que coordina los trasplantes en el HUNSC, centro de referencia en Canarias para el trasplante hepático. Sergio Rodríguez, médico especialista del Servicio de Medicina Intensiva, y Purificación Cerro, enfermera, se encargan de organizar estas complejas operaciones, en las que intervienen muchos otros profesionales que aúnan esfuerzos para ofrecer una segunda oportunidad a pacientes cuya vida depende de los órganos de otra persona.

“Las 24 horas del día, 365 días al año, nuestra disponibilidad es absoluta, y para ello contamos con un equipo formado por seis personas, puesto que La Candelaria es un centro con gran actividad tanto en donación como en trasplante”, expone el doctor Rodríguez, quien junto a Purificación Cerro regula y supervisa todo el proceso de donación y trasplante de órganos y tejidos en el hospital tinerfeño.

Pero, más allá de las alertas y las actuaciones que se desarrollan cuando se detecta un órgano compatible para ser trasplantado, el día a día de estos profesionales les lleva a trabajar en diferentes actividades. Desde las administrativas, que consisten en elaborar informes, registrar la actividad desarrollada, solicitar suministros, gestionar la lista de espera de pacientes; hasta mantener reuniones con la Dirección o gestionar el transporte de tejidos y órganos a otros hospitales de las Islas o de la Península. “También desarrollamos actividad docente, porque este campo requiere de profesionales muy bien formados, así que ofrecemos cursos y charlas, además de divulgar y promover la donación y los trasplantes a todo tipo de público”, subraya al DIARIO Purificación Cerro.

En España, el sistema implantado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) se ha convertido en modelo a seguir internacionalmente, desde su puesta en marcha en 1989. No en vano, el año pasado nuestro país volvió a batir su propio récord, alcanzando los 39,7 donantes por millón de personas y un total de 4.769 pacientes trasplantados. Ello supone 20 puntos más que la actual media de la Unión Europea y 13 más que la de Estados Unidos. Además, también se incrementó el número de trasplantes realizados respecto al año 2014, el 9,4% más, consiguiendo que cada día se llevaran a cabo unas 13 intervenciones quirúrgicas de este tipo.

Como en el resto del país, la fotografía en Canarias es muy positiva. Se ha incrementado la tasa de donación el 22% respecto al año anterior y en los centros hospitalarios del Archipiélago se efectuaron 163 trasplantes de órganos sólidos, de los que 123 fueron de riñón, 7 de páncreas y 33 de hígado, gracias al gesto altruista y solidario de 87 donantes fallecidos y 14 vivos. El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria es, desde 1996, centro de referencia regional para el desarrollo del Programa de Trasplante Hepático en las Islas.

En 2015, 33 personas fueron trasplantadas del hígado en este centro, donde en breve se alcanzará la cifra de 600 trasplantes hepáticos realizados. El HUNSC cuenta con equipos extractores y trasplantadores quirúrgicos, alrededor de 100 profesionales de diferentes especialidades y categorías que pueden llegar a participar a la vez en un mismo acto de trasplante.

Para gestionar este complejo proceso, el equipo de Coordinación cumple un papel fundamental no solo en la gestión de la propia operación, también en los momentos previos, a la hora de acceder a las familias y comunicar la importancia de la donación en una circunstancia tan delicada como es la pérdida de un ser querido. “La captación de posibles donantes es fundamental. Nosotros los solemos detectar mediante el análisis de los ingresos diarios a las unidades de críticos y de Urgencias, y estamos en permanente contacto con los médicos del área de Hospitalización -especialmente neurólogos y neurocirujanos- para evitar el escape de posibles candidatos”, denota el doctor Rodríguez.

Una vez captados los donantes, se inicia un meticuloso proceso para estudiar su viabilidad, así como todas aquellas gestiones judiciales pertinentes, en los casos en que se precisen. “Todo ello desde el máximo respeto y la comprensión hacia las familias, porque sabemos que están pasando por una situación muy complicada”, recalca el facultativo, que debe compaginar esta atención con la preparación y coordinación del acto quirúrgico, además de informar a la ONT, gestionar la distribución de los órganos y tejidos extraídos, para finalmente disponer el trasplante de hígado en el caso de que pueda llegar a producirse.

“Realizar un trasplante es muy complicado, porque depende de que haya una donación y un órgano disponible y compatible para el receptor. En ocasiones, cuando se llama a los pacientes para informarles de que pueden ser trasplantados y finalmente no sucede así porque el órgano no es válido, somos nosotros los que estamos con ellos consolándolos, explicándoles lo sucedido y ayudándoles en su regreso a casa, especialmente cuando se trata de pacientes de otras islas”, recalca Purificación.

Y es que en la lista de espera para un trasplante se tienen en cuenta varios factores: por un lado, la existencia o no de donantes de órganos y de la viabilidad de los mismos, un factor externo que los profesionales no pueden controlar. “De ahí la importancia de fomentar la donación entre la población”, incide la enfermera tinerfeña, quien explica que “cuando una persona es candidata a recibir un órgano, se prioriza siempre por la gravedad de su caso y el tiempo de inclusión en la lista de espera, que en el caso de los trasplantes es variable, ya que se tienen en consideración aspectos como el peso, la talla, las medidas antropométricas y el grupo sanguíneo”.

“Para nosotros es un gran reto organizativo y profesional, porque implica la colaboración y el trabajo sin fisuras de un gran número de personas y servicios del hospital, desde los cirujanos a los celadores o el personal de seguridad”, relata la coordinadora de trasplantes de La Candelaria, quien reconoce que su trabajo también requiere del apoyo incondicional de la familia propia, “especialmente en esos momentos difíciles cuando tenemos que dejar una cena familiar, un aniversario de boda, una comunión o una fiesta de fin de año, por poner un ejemplo. Porque, por encima de todo, hay una motivación y un equipo de personas que te esperan para participar en todo el proceso de donación y en la realización del trasplante, cuya implicación es del 100%. Formamos parte de una cadena en la que salvamos vidas a contrarreloj. Y aquí, tanto los compañeros del Hospital de La Candelaria que se dedican a ello, como nuestras familias, las de los pacientes y ellos mismos, saben que lo damos todo”, concluye.

[sws_grey_box box_size=”100″]Regalos de Reyes y aviones parados en plena pista
Los españoles, en general, y los canarios, en particular, son muy solidarios. Así lo demuestran cada año las cifras de donaciones de órganos y tejidos. Los donantes son esenciales a la hora de realizar un trasplante, como también lo es la implicación de los profesionales encargados de la coordinación de la red nacional, que ha conseguido que cada día se lleven a cabo en nuestro país una media de 13 trasplantes. “Casi diariamente se plantean situaciones que demuestran, por encima de todo, que los canarios y los españoles son personas generosas y desinteresadas, que comprenden que donar un órgano, sea cual sea, es una nueva oportunidad para alguien que sufre, que está enfermo y lo necesita”, explica el doctor Sergio Rodríguez.

A lo largo del tiempo que lleva como coordinador de trasplantes en el Hospital de La Candelaria, ha vivido muchos episodios y anécdotas de todo tipo, muchas de las cuales no olvidará. “Cuando surgen extracciones o trasplantes en días que todo el mundo considera especiales, como por ejemplo Navidad o el día de Reyes, son situaciones emotivas, tanto por el personal como por las propias familias que pasan por esta situación”.

“Para mí también es especial cuando ves que la colaboración de las compañías aéreas va más allá de la firma de un acuerdo para transportar un órgano vital a cualquier punto de España, y tanto la entidad, como el piloto del avión y su equipo, son capaces de retrasar un vuelo con más de 300 pasajeros en plena pista para poder transportar un órgano que le va a salvar la vida a una persona”, agrega Purificación Cerro, quien recuerda el caso reciente de un paciente que era candidato a un trasplante de hígado, para lo cual debía acudir a La Candelaria para ser trasplantado. “El aeropuerto del que debía salir retrasó su cierre y todo el personal se quedó trabajando para poder trasladar a esta persona. Son historias anónimas y gestos cuyo valor es incalculable”, recalca.[/sws_grey_box]