En mis diarias caminatas con Roberto Carrugatti Domenella y en nuestras conversaciones de todo tipo, aunque a decir verdad, muchas son políticas y otras también históricas, con ellas y la posterior lectura, he aprendido varios fragmentos de la historia que cuenta la liberación del Imperialismo que “la madre patria” ejerció sobre América. Permítanme que hoy le haga este pequeño y emotivo tributo, no solo a su persona, sino a uno de los tres rincones que el guarda en su corazón, en prueba de respeto y amistad. Los tres rincones que guarda para si, son la histórica Ciudad del Pino, Barcelona y Santa Cruz de Tenerife. Roberto ha sabido guardar para si, los lugares donde ha vivido. Recibe un sombrerazo amigo.
Cerca de la muerte estuvo don José de San Martín, en el Batalla de San Lorenzo de 1813, hace 203 años hoy 3 de Febrero. Había llegado a Buenos Aires, pocos meses antes para incorporarse a las fuerzas patriotas, que luchaban por la Independencia del Río de la Plata, pues hay que tener en cuenta que Argentina se había independizado en 1810, quedando extensa posiciones, aun en manos, no solo de españoles sino de ingleses. San Martín acababa de organizar el regimiento “Granaderos a Caballo” cuando recibió la orden de una peligrosa misión, que no era otra, sino proteger las costas del río Paraná de las incursiones realistas procedentes de Montevideo. La corona era consciente que o ponía toda la carne en el asador o la perdida de su hegemonía les llevaría a la banca rota, como así ocurrió. América y más concretamente muchos de los españoles y europeos conjuntamente con los criollos, reclamaban la autodeterminación, como forma de soltar las ataduras que le mantenían sujetos a viejo régimen.
Al entrar en el pueblo de San Lorenzo, cerca de Rosario, San Martín y 125 hombres se ocultaron en el convento de San Carlos. El 3 de febrero de 1813 un escuadrón español de 250 soldados cruzaron, el río Paraná, cosa que hacían en pequeñas embarcaciones, para saquear San Lorenzo, y cuando se acercaban al templo fueron sorprendidos por los granaderos a caballo, con don José de San Martín, guiando el ataque. En el vehemente combate, un balazo hirió, e hizo caer, al caballo del coronel San Martín, quien quedó aplastado por el pesado animal. Un soldado realista estuvo a punto de incrustarle su bayoneta, pero recibió un lanzazo del granadero Juan Bautista Baigorria. Mientras tanto el sargento zambo Juan Bautista Cabral, liberó a San Martín del caballo que lo aplastaba. Fue un día de muerte en ambos bandos pero la batalla de San Lorenzo hizo historia y la Ciudad del Pino, salvo su honor. Recibiendo este nombre por haber un pino en el patio del Convento de San Carlos, que aún hoy esta totalmente seco y que bajo su sombra se redacto el parte de la victoria por el coronel San Martín.
Como consecuencia de esta batalla, los españoles de Montevideo dejaron de robar en las haciendas y estancias del Paraná; esto agravó la escasez de provisiones y aceleró la toma de la ciudad por los patriotas. A partir de ese momento Argentina quedo totalmente libre del yugo y de la influencia de la corona y San Martín inicia la conquista y liberación de otros pueblos hoy naciones libre.