La Consejería de Sanidad del Ejecutivo regional y la Delegación del Gobierno en las Islas están de acuerdo en que deben revisar los protocolos de atención a los inmigrantes que llegan en patera a las costas para ofrecer “respuestas excepcionales” cuando su estado de salud es delicado. El delegado del Gobierno, Enrique Hernández Bento (PP), confirmó ayer que se reunió con el consejero de Sanidad, Jesús Morera (PSOE), para analizar lo ocurrido con la patera que llegó el 7 de febrero, en unos hechos que han motivado quejas por parte del Diputado del Común, Cáritas y la Iglesia.

“La conclusión a la que hemos llegado es que, para situaciones excepcionales, tenemos que dar soluciones excepcionales. Los protocolos funcionan razonablemente bien, pero para estos casos específicos de pateras o cayucos que traen a personas que se encuentran en situaciones complicadas debemos establecer protocolos específicos”, manifestó Hernández Bento.

El delegado del Gobierno ha subrayado que la reunión ha sido “muy cordial”, porque las dos partes coinciden en que, “evidentemente, algo falló ese fin de semana, como quedó claro en vista de las imágenes que se han publicado”, en las que se veía a algunos inmigrantes tumbados en el suelo del garaje de la Comisaría de Maspalomas, con vías y monitores sanitarios conectados en precarias condiciones de higiene. La Delegación y la Consejería han decidido formar grupos técnicos que valoren qué soluciones se pueden dar cuando llegan a Canarias embarcaciones con inmigrantes en situación tan delicada. Gran número de los 42 supervivientes de esa patera precisó atención médica y hospitalaria, tras haber pasado cinco días en el mar sin casi agua ni comida, y uno de ellos falleció pasadas unas horas. Además de coincidir con Hernández Bento en destacar la “cordialidad” del encuentro celebrado ayer, el consejero de Sanidad, Jesús Morera, señaló que ambas instituciones constituirán próximamente una mesa técnica “para revisar los protocolos” de atención a inmigrantes ante situaciones “excepcionales”, como la que se dio el pasado 7 de febrero, dado el “grave estado de salud” con el que llegaron los ocupantes de esa patera. Morera dijo que se trata de dar respuesta a estos casos excepcionales, “que probablemente requieran avanzar un poco más en los protocolos”, al tiempo que destacó que la atención a pie de puerto de estos inmigrantes “fue correcta, ya que se hizo un buen triaje para determinar adónde tenían que ir en su momento”. Sin embargo, el consejero admitió que el fallo se produjo posteriormente, una vez atendidos, “en cómo tenían que reactivarse las llamadas al SUC”, en lugar de a centros de salud, como se hizo. El consejero subrayó que desde 2007 no se vivían en Canarias “eventos tan dramáticos” como el acaecido este mes en Gran Canaria.