El actor Alex García estuvo este miércoles en el Guimerá, con motivo del pase especial de la película La novia, por la que recientemente ha sido nominado a los premios Goya. La proyección, organizada por la Academia del Cine y Gas Natural Fenosa, abarrotó de público el teatro capitalino.

“Me han dicho que había gente haciendo cola desde las tres de la tarde”, señaló sorprendido el joven tinerfeño, que destacó “el empujón de solidez” que le ha dado este largometraje, inspirado en la obra Bodas de sangre, de Federico García Lorca y dirigido por Paula Ortiz.

Álex García da vida a Leonardo, un papel que sin ser el más exigente de su carrera -“Me exigió más la película Kamikaze”, dijo- viene a ser “el resumen de mis últimos años de carrera”, pues se parece mucho a otros que hizo antes, “como el de la serie de televisión Tierra de lobos”.

El intérprete lagunero, de 34 años, se mostró “feliz por estar unos días en casa” y aprovechó para reivindicar más oportunidades para los realizadores de las islas. “El cine canario es más que Furia de Titanes. Aquí hay un talento y una creatividad que debería ser más aprovechada”.

Citó ejemplos como el director David Pantaleón o el actor Aarón Gómez, que el día 25 estrenará en Madrid el corto Como yo te amo. “Tenemos talento de sobra”, insistió. Y añadió: “Mi sueño es hacer una producción en Canarias”.

García también lamentó que cada vez queden menos cines en Tenerife. “Es un insulto que una película como Renacido, de González Iñárritu, no se pueda ver aquí en versión original”.

Respecto a sus nuevos proyectos, se refirió a las tres películas ya rodadas que tiene pendientes de estreno: La punta del Iceberg, de David Cánovas, Kiki, de Paco León y Gernika, de Koldo Serra.

“La que más ilusión me hace es Kiki, por lo que representa trabajar con Paco León. Es una comedia erótico-festiva. Estoy seguro que más de uno, cuando la vea, se irá a casa con la novia y apagará la luz…”, bromeó.