REFUGIADOS

Cientos de personas exigen que haya rutas seguras para llegada de refugiados

Cientos de personas han participado este sábado en una manifestación en Las Palmas de Gran Canaria y en concentraciones en Puerto del Rosario y Santa Cruz de Tenerife en defensa de los derechos de los refugiados y para exigir a los gobiernos rutas seguras que permitan su llegada a Europa.

La convocatoria ha sido realizada por varios colectivos y formaciones políticas que, en un manifiesto, recuerdan que la Unión Europea recibió el pasado año a más de un millón de seres humanos que huían de guerras y conflictos de países como Siria, Afganistán e Irak.

Destacan que se trata de personas que tienen derecho a pedir asilo en un lugar seguro, lejos de las bombas y la muerte, y que se trata de seres humanos que no quieren dejar atrás sus vidas y sus familias y hacen un gran esfuerzo para llegar a Europa.

“No quieren sufrir el hambre, la sed, la tortura, los malos tratos o violaciones” durante el viaje, se indica en el manifiesto, en el que se añade que sus muertes son evitables y para ello exigen a los gobiernos que habiliten vías seguras y legales, así como que se respeten los derechos humanos de esos seres humanos.

Demandan un cambio en la política de la Unión Europea, que se suspendan medidas que impiden la reagrupación familiar, el robo a los bienes de esos refugiados, y que se pongan en marcha visados humanitarios, además de un plan de reasentamiento real y que se acoja a al menos a los 160.000 refugiados que se comprometió a acoger la UE y que “sólo” representan un 0,03 por ciento de la población.

Las manifestaciones y concentraciones también han sido convocadas en contra del avance fascista de la Unión Europea que, señalan los convocantes, promueve en las calles expresiones racistas y xenófobas.

Las organizaciones convocantes se muestran contrarias a una Unión Europea insolidaria e inhumana que militariza los mares enviando buques de guerra de la OTAN de cinco metros de altura para, supuestamente, sacar a gente del agua.

Y consideran “escandaloso” que se manden 3.000 millones de euros a Turquía para que “contenga” a quienes huyen de la guerra y el terrorismo en sus países de origen, cuando el gobierno de ese país “mata a su pueblo en el Kurdistán”.

Afirman que “no hay conciencia que se puede limpiar ni con sangre ni con dinero”, y exigen que la Unión Europea asuma su responsabilidad y trabaje para detener guerras y conflictos, y que deje de vender armamento porque “la guerra no es un negocio”.