El Cabildo de Tenerife trabaja en estos momentos en la cuantificación de la inversión necesaria para finalizar el proyecto de rehabilitación del convento de Santa Catalina de Siena, en el casco histórico de La Laguna, que ayer acogió un año más, como cada 15 de febrero, la visita de cientos de fieles en el 285 aniversario del fallecimiento de Sor María de Jesús, más conocida como la Siervita.

La Corporación insular anunció el pasado enero que había finalizado las obras de restauración del edificio, que supusieron una obra superior al millón de euros. Sin embargo, estos trabajos corresponden a la primera subfase de la última etapa del proyecto, por lo que aún queda una segunda subfase para culminar del todo la rehabilitación.

Los trabajos realizados hasta ahora han supuesto la restauración integral del edificio, con la reparación del pavimento, labores de carpintería, reconstrucción de aleros, limpieza de los elementos de madera y pintura y mejoras en la accesibilidad del edificio, entre otras cuestiones. El objetivo es que parte del inmueble se convierta en el Museo de la Siervita.

La última subfase del proyecto contempla la finalización de los trabajos de rehabilitación y la instalación de los servicios necesarios para habilitar el espacio como museo, lo que, según cálculos del Obispado, ronda los 800.000 euros.
La consejera insular de Patrimonio Histórico, Josefa Mesa, indicó que los técnicos del Cabildo están valorando en estos momentos la inversión necesaria para acometer los trabajos que faltan. Una vez obtenida la cifra, las administraciones se reunirán para ver cuánto pueden aportar el Ayuntamiento, el Obispado y el Cabildo.

La concejal lagunera del área, Candelaria Díaz, ya indicó a finales del pasado año que, en este 2016, el Consistorio destinaría una partida de unos 80.000 euros para finalizar los trabajos.

Mesa apuntó que una de las premisas del Cabildo es finalizar las obras iniciadas, por lo que se intentará cerrar el proyecto a lo largo de este año.

Cuerpo incorrupto
El convento de Santa Catalina de Siena alberga el cuerpo, considerado incorrupto, de la Siervita. El edificio abrió ayer sus puertas a las 05.30 horas, con menos gente haciendo cola que otros años, debido al frío y el mal tiempo que hizo ayer en la ciudad. Como es tradición, la ofrenda floral conjunta de los alcaldes de los municipios de El Sauzal y La Laguna, donde nació y murió la Siervita, tuvo lugar a las 17.00 horas, a cargo de Mariano Pérez y José Alberto Díaz.

María Bello y Delgado, la Siervita, nació en 1643 en El Sauzal, en el seno de una familia humilde. Tras el fallecimiento de sus padres, se traslada a La Laguna, donde, a los 25 años, ingresó en el Convento de Santa Catalina de Siena. Allí estuvo recluida, durante 63 años, hasta que falleció el 15 de febrero de 1731, a los 87 años.