Tribuna

Los extremos se tocan – Por Victoria Lafora

Aupados por la última encuesta del CNI, en la que se insinuaba que una repetición de las elecciones favorecería a los extremos del espectro político, tanto el Partido Popular como Podemos se han embarcado en unas estrategias poco responsables que, de seguir así, conducirán al país a la pérdida de un tiempo precioso y, lo que es aún peor, a la repetición del escenario en que hoy estamos instalados. Los recientes descubrimientos sobre corrupción masiva en las filas del PP van a contradecir las reciente encuestas, dificultando, por no decir imposibilitando, su permanencia en el poder. Y, en el otro extremo, las tácticas de Podemos, con sus continuas ruedas de prensa y sus provocaciones, se están demostrando más un deseo de obstruccionismo que una apuesta por encontrar esas soluciones que España y los españoles necesitan hoy. Todos repiten una y otra vez que han entendido el mensaje del electorado que les obliga a pactar por encima de todo, pero muy pocos actúan de forma consecuente con ese mensaje. Y lo cierto es que sus dramatizaciones, las apelaciones al interés general, al bien común y al patriotismo con que se les llena la boca, se vuelven huecas y, tanto en el caso del PP como en el de Podemos, evidencian un objetivo compartido: favorecer sus posiciones partidarias y obtener beneficios personales y cortoplacistas. Y se equivocan. Si pensaran inteligentemente en sus propios partidos y sus intereses personales, actuarían de forma bien distinta, dando, sobre todo, un ejemplo claro de generosidad que,sin duda, a medio plazo, revertiría en su beneficio. El Partido Popular debería darse una tregua y afrontar desde la oposición un cambio real en sus estructuras que le permitiera rehacer la deteriorada imagen con que hoy se le contempla. En una palabra: regenerarse. Y Podemos, debería asentar su prometida imagen de cambio real, convirtiéndose en una autentica oposición de izquierdas, capaz de ilusionar de verdad a la ciudadanía y demostrándolo en el día a día, con hechos y propuestas concretas, sin artificios ni “postureos”. En una palabra: consolidarse. Porque, de momento, solo Ciudadanos demuestra estar a la altura de las circunstancias y del deseo expresado por los electores, trabajando por conciliar posturas y facilitar acuerdos. Y Pedro Sánchez, no sabemos si movido por la generosidad o por un inteligente instinto de supervivencia, está dando también una lección de liderazgo, tanto al país como a sus propios compañeros de partido.