Cho Marcial

¿Hubo alguién en Arona que no se corrompiera?

 

Obviamente es una exageración, pero viendo y oyendo los testimonios en el juicio oral del caso Arona 1, a uno no le queda otra que preguntarse si hubo alguien en Arona, en su más álgida etapa de crecimiento urbanístico, que no estuviera inmerso en la corrupción y no me refiero solo a aquel trabajador que se autoconstruyó una casa ilegal hasta que luego, votando a Reverón o Coalición Canaria, se la legalizaron.
Como reconoció Manuel Barrios, uno de los acusados, y que fuera alcalde socialista de Arona, la tramitación de las licencias sin antes estar gestionadas las unidades de actuación, “era algo que se venía haciendo desde 1979” y bien lo sabe él, supongo. Otra cosa bien distinta es que se siguiera haciendo ya con un PGO (1987) o que se permitiera el soborno, a base de prebendas varias, para aligerar licencias o permitir volumetrías superiores a las que recogían los proyectos de muchos de los hoteles que inundaron la costa, por delante y por detrás de la montaña de Guaza, un paraje natural que alguien recalificó como urbano para llevarse una buena tajada por metro cuadrado, o que un terreno previsto para colegio o iglesia se convirtiera en un gran edificio de ventas de coches. Son estas algunas pinceladas de la supuesta actuación de los gobernantes que desde los ochenta hasta aquí ha tenido Arona, incapaces, quizás por interés propio, de ordenar el suelo y sí de desordenar el Ayuntamiento, más Casa Consentiddora  que Consistorial.
Y lejos de que la población -que aún conociendo los indicios de corruptela de su clase política le siguió votando hasta el otro día- sacara rédito del crecimiento urbanístico, la renta media anual por persona en Arona, con 14.437 euros, es la tercera más baja de España, mientras la riqueza se concentra en solo 23 residentes que acaparan hasta el 6,5% de las rentas generadas en el municipio (más de 21 millones de euros), una prueba más que la corrupción solo trae riqueza a unos cuantos y pobreza a unos muchos. Como diría el otro, Arona no solo fue corrupta sino apaleada.