Nidia Represa, Enrique Fonseca y Francisco Polo, tres jóvenes que sufrieron acoso escolar, afirman que este problema existe en todos los colegios y coinciden en que estos son una “minisociedad” en la que “impera la ley del más fuerte”. Por ello, exigen más responsabilidad a los centros escolares, sistematizar y homogeneizar protocolos de actuación y educar en la empatía y en el sentido de la justicia.

Los tres se han reunido este jueves 4 de febrero con el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, al que le han trasladado su experiencia y propuestas de cara a la elaboración del Plan de Convivencia Escolar, que actualmente se encuentra en fase de borrador. Posteriormente, han participado en una rueda de prensa junto al secretario de Estado de Educación, Marcial Marín.

“Yo sufrí sobretodo acoso psicológico. No me acuerdo de casi nada debido al estrés postraumático”, ha afirmado Nidia Represa, autora del libro ‘Bajo mi piel’, que, basado en su propia experiencia, quiere mostrar a la sociedad en qué consiste el acoso, ayudar a quienes lo padecen y a alertar a educadores y padres.

“Hay que educar en la empatía, contar cómo se siente un niño acosado, fomentar valores en las aulas y ayudar a quienes se sienten mal”, ha indicado esta joven que imparte charlas sobre en centros educativos y ha alertado, por ejemplo, de la falta de herramientas con las que cuentan los profesores a la hora de abordar el ‘ciberbullying’ y detectar el acoso psicológico, pues, a su juicio, los niños que lo padecen reflejan señales evidentes.

Por su parte, Fonseca ha señalado que él sufrió violencia física todos los días, durante dos años, en los intercambios de clase. Un acoso “sistemático” del que incluso fueron testigos varios profesores. A su juicio, estos tienen que “responabilizarse” cuando detectan casos y actuar con la ayuda de las administraciones. Asimismo, ha indicado que los colegios, al igual que los hospitales, tienen que tomar medidas cuando se produzcan negligencias.

Este joven, que se refugió en el cine para “no pensar” en lo que le ocurría de lunes a viernes en el colegio, y que nunca lo confesó a su familia, aboga por no estigmatizar al acosador, pues “cualquiera puede serlo si no tiene sentido de la justicia”. Según él, “una persona pacífica se puede convertir en acosadora por el mero hecho de la supervivencia”. “Los centros educativos son el reflejo de una sociedad enferma”, ha sentenciado.

Francisco Polo, actual presidente de Change.org en España, fue acosado “por ser diferente”, en concreto, “gay y empollón”. Sin embargo, no cree que haya una causa concreta para sufrir el acoso de los compañeros y advierte de que una persona puede ser maltratada o perseguida por “ser lista, tonta, fea o guapa”.

“Llamaban a mi casa por la noche para decirle a mi padre que era ‘maricón’ y cuando mi madre me lo contaba al día siguiente yo me quería morir”, ha contado a los medios Polo, que ha pedido al ministro que tenga en cuenta en el Plan de Convivencia Escolar la realidad a la que se enfrentan en las aulas “miles” de niños y niñas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, que son discriminados y que muchos piensan en el suicidio como salida al acoso y algunos lo llevan a término.

El presidente de Change.org ha anunciado que esta plataforma va a poner en marcha una página para que niños, padres, profesores y centros hagan sus aportaciones al Plan de Convivencia Escolar para “cerrar la brecha” del acoso. “Que ningún niño sufra acoso y ningún niño muera”, ha aseverado este joven, que sostiene que de este problema “no se sale”, sino que “pasa”.