DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER

“Sueño con un gran ejército de tatuadores de pezones para mujeres que han luchado contra el cáncer de mama”


Muchos soñamos con ganarnos la lotería para vivir más cómodamente. Cuando le preguntamos al tatuador Jose Desamers cuál era su sueño, lo tuvo claro: “Tener la tranquilidad económica para poder crear un ejército nacional de tatuadores de pezones para mujeres a las que han reconstruido los pechos tras luchar y vencer al cáncer de mama. Y además, hacerlo gratis”.

Esta historia empezó a escribirse hace algunos meses, cuando el portuense Jose Desamers descubrió un vídeo en YouTube del americano Vinnie Myers, especialista en tatuar pezones a mujeres que vencieron al cáncer de mama. Aunque si arrancamos esta crónica por el origen habría que remontarse a una tarde de hace dos años, cuando, haciendo zapping, la novia de José le invitó a quedarse en el sillón viendo el reality New York Ink, después de una maratón de Breaking Bad. “Yo pensaba que el mundo del tatuaje era otra cosa, gracias a ese programa descubrí que también se podía hacer arte, se podían tatuar rostros, por ejemplo”, sostiene. No obstante, lo que más le llamó la atención fue que, tras terminar el tatuaje, el tatuador recibió un gran abrazo. “Pensé que yo también quería eso en mi vida, a la semana ya estaba comprando la máquina para tatuar”.

Uno de los trabajos de Jose Desamers. / DA
Uno de los trabajos de Jose Desamers. / DA

Jose Desamers es un dibujante nato. Lo descubres desde que entras a su tienda en la calle de Agustín de Bethencourt en Puerto de la Cruz. Los retratos de estilo realista que cuelgan de las paredes solo son fruto del talento que florece gracias a la constancia y el tiempo. Sus tatuajes también son obras de arte que le han llenado de reconocimiento en Canarias y la Península. “Gracias a Facebook he recibido a clientes peninsulares, que solo vienen un par de días a que los tatúe”, comenta el que tiene la agenda llena hasta febrero de 2017.

“Como tatuador te encuentras constantemente con historias muy bonitas. Tatúas los rostros de hijos o familiares, o simplemente buenos recuerdos. Pero tatuar pezones es diferente, puedes cambiarle totalmente la vida a una mujer”.  Subraya que el tatuaje es un capricho pero en ese caso va más allá. “Es, como digo yo, ponerle la guinda al pastel”.  Por ahora ha cambiado la vida de cinco valientes mujeres a las que les reconstruyeron el pecho. “Este es un trabajo complicado y quiero ir viendo cómo se va curando la piel, porque es diferente y delicada”. Como ya podrá comprobar el lector, José es muy precavido y prudente. “Si con un tatuaje normal te la juegas, con este tienes la posibilidad de cambiarle la vida a una mujer o jodérsela”. No obstante, a él no le da miedo nada. O casi nada. “Me arriesgaría a tatuar y transformar cualquier cicatriz, estría, lo que sea, y en cualquier parte del cuerpo, excepto la cara”.

El proceso comienza cuando las mujeres se ponen en contacto con Desamers. “Yo intento buscarles un huequito en mi agenda y tatuar al menos a una cada mes”. Un trabajo que hace sin ánimo de lucro. “No cobro nada por esto, la sonrisa de ellas es recompensa suficiente”, ratifica.   Sonrisa que no llega hasta el día siguiente de ser tatuadas. “Primero sienten miedo. Temen que les duela pero, por desgracia, casi no lo sienten. Cuando se ven por primera vez no se lo creen, se miran al espejo y se quedan serias, como en shock. Es al día siguiente cuando reaccionan y vienen y me abrazan y empiezan a darse cuenta realmente de lo que he hecho”.

Jose no es el único que culmina el proceso de reconstrucción de pechos en las mujeres que han sufrido un cáncer de mama. “Creo que en el Sur lo hacen también, pero ellos usan la micropigmentación, son aureolas que con el tiempo se van borrando. Y también en Malibu Tattoo Studio, en Santa Cruz, han empezado a hacerlos”. ¿Un sueño que puede comenzar a hacerse realidad? Ojalá no tuviera que esperar por la lotería.