el diván

Miedo a perder el control

Son muchas las personas que acuden a consulta creyendo que están perdiendo la razón, con miedo atroz a perder el control y a llevar a cabo conductas graves como ser capaz de tirarse de un balcón o incluso hacer daño a otras personas o niños con cuchillos, empujar a alguien a la carretera (son las ideas más comunes). La idea de poder trastornarse en cualquier momento hace que comiencen a evitar todas esas situaciones (balcones, puentes, estar cerca de cuchillos, tijeras, etcétera). A este temor a perder el control o volverse loco se le denomina Fobia de Impulsión (un tipo de trastorno de ansiedad), que aparece con la combinación de altos niveles de ansiedad e ideas recurrentes, acompañada de sintomatología como la despersonalización (sensación de ver su realidad “como en una película”) y desrealización (sensación de descontrol o irrealidad).

No es que quieran hacerlo, todo lo contrario, es lo último que quisieran que pasase y por este motivo comienzan a evitar cada vez más situaciones con el fin de prevenir los riesgos para que si en un momento aparece un “brote de locura”, no puedan hacerlo. Con este pensamiento, estaríamos avisando al cerebro de la presencia de una posible amenaza (perder el control y cometer una acción irreparable), por lo que el cerebro, que su función es siempre protegernos, nos recordaría ese pensamiento, imagen o idea de manera reiterada cuando nos encontráramos ante la situación u objeto temido enviando señales a nuestro cuerpo (síntomas de la ansiedad) para ponernos en alerta y salir huyendo. Este estado de alerta y preocupación constante en una persona por lo que pueda o no pueda llegar a hacer genera un desgaste emocional importante, apareciendo un fuerte sentimiento de culpabilidad, ya que se acaban considerando “malas personas”, mermando así su autoestima e interfiriendo y limitando su día a día.

1-. Normalmente, quien sufre esta fobia interpreta estos fenómenos como indicadores de sufrir un trastorno mental tipo psicótico, como por ejemplo la esquizofrenia. Es totalmente imposible “volverse loco” como consecuencia de cualquier trastorno de ansiedad.

2-. Debes saber que este trastorno es más habitual de lo que parece. No eres un ser extraño. Son muchos los que padecen este tipo de fobia y con las herramientas necesarias para un buen manejo del pensamiento y de la ansiedad desaparece. Se trata primero de trabajar el pensamiento para ir comprobando poco a poco, a base de pequeños acercamientos, que el peligro imaginado no corresponde con la situación real.

3-. No le des credibilidad a todos tus pensamientos e ideas. No todos son ciertos. La función de la mente es generar miles de ideas a lo largo del día. Unas serán racionales, otras creativas, otras absurdas. Nuestra función es darle la importancia que tiene.

4-. Intentar evitar un pensamiento es pensar dos veces. Si le das la orden al cerebro de “no” pensar en un rombo rojo, inmediatamente lo habrás visualizado porque el cerebro tiene primero que identificar lo que tiene prohibido pensar, por lo tanto, no hay que evitar el pensamiento, solo aceptarlo como un pensamiento más y darle el grado de importancia que le corresponde.

5-. El malestar que nos produce la ansiedad es lo que no lleva a evitar las situaciones. Recuerda que la ansiedad puede ser muy incómoda y molesta, pero no es peligrosa. El ser humano está perfectamente preparado a nivel fisiológico para tolerarla, pero también recuerda que nuestra mente es como una lupa y que todo lo que enfoca lo magnifica. La autoobservación y preocupación continua de la sintomatología (lo que sientes físicamente) pondrá en alerta al cerebro, por lo que creerá que existe un peligro real y aumentará el malestar para ponerte a salvo.

6-. Si observas que la situación te desborda e interfiere cada vez más en tu día a día, es aconsejable que acudas a un profesional para aprender a utilizar las herramientas necesarias.

tamaraconsulta@gmail.com