La oposición en bloque pide que el Estatuto regrese al Parlamento

La propuesta de reforma del Estatuto de Canarias alumbrada por los grupos Nacionalista y Socialista se mantiene viva en las Cortes Generales con respiración asistida, aunque a la ventilación mecánica le empieza a fallar la fuente de alimentación. Lo cierto es que a mes y medio de que se cumpla un año de la aprobación de la iniciativa en el Parlamento regional con los únicos votos favorables de los promotores de la iniciativa, la oposición en bloque solicita que el texto regrese a la casilla de salida al objeto de consensuar otro documento marco.

Conocido el recorrido del PP, Podemos y Nueva Canarias, los últimos movimientos en esa misma dirección los han dado los herreños de la AHI y los gomeros de la ASG (Mixto). Más sorprendente es el posicionamiento de los primeros, toda vez que David Cabrera y Belén Allende, presidenta del Cabildo, están integrados en la bancada de CC-PNC.

La semana pasada, AHI llamó a la puerta para denunciar que la organización político-administrativa de la Comunidad Autónoma “camina cada día más hacia una mayor centralización de sus estructuras políticas, económicas y sociales”, residenciada “principalmente en los núcleos capitalinos, sedes del “supergobierno” del Archipiélago. La Agrupación Herreña Independiente observa como expresión de esa “ofensiva” la “obsesión política por el dominio en la representación de las islas” en el  Legislativo. Esa “hegemonía” la encuentra en la circunscripción electoral regional complementaria que se recoge en la modificación planteada. Considera, además, que los topes actuales (el 30% insular y el 6% regional) son “contrarios a toda razón democrática”. En consecuencia,  reclama una nueva revisión que profundice en el autogobierno.

Entretanto, ASG esgrime el argumento de que la composición de la Cámara es distinta y, en su nombre, Casimiro Curbelo reivindica el reconocimiento de “todas las realidades que conviven en un espacio común”.
En el PSOE, el criterio del grupo autonómico difiere, al menos sobre el papel, del que se desprende del acuerdo firmado con NC  para las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015. “El PSOE y NC impulsarán la aprobación por el Parlamento de Canarias de un nuevo Estatuto”, se lee en el último párrafo del epígrafe sobre el “pacto territorial de naturaleza federal”. Está claro que no se entiende.