CINE

Paco Rodríguez: “Mi trabajo no sería nada sin una buena interpretación”

Paco Rodríguez, con la actriz Juliette Binoche. /DA
Paco Rodríguez, con la actriz Juliette Binoche. /DA

Primero consiguió hacerse un nombre en el difícil mundo del estilismo cinematográfico. Y ahora acaba de lograr un Goya por su trabajo de peluquería en la película Nadie quiere la noche, de Isabel Coixet. El tinerfeño Paco Rodríguez nunca se había sentido tan protagonista como estos días. Es mediodía en Madrid y, aprovechando un descanso en el rodaje de una nueva serie de televisión para la que trabaja, atiende la llamada de este periódico.

-¿En qué momento se cruzó el cine en su vida?
“El primer contacto fue a través del colectivo Yaiza Borges, a finales de los años 80, con un corto experimental en el Paraninfo de La Laguna. Un grupo de aquellos amigos creó luego La Mirada y me siguieron llamando. Hicimos, entre otros, el corto Esposados, que incluso llegó a los Oscar. Pero el gran cambio llegó cuando conocí a Karmele Soler, maquilladora con la que hoy tengo una gran amistad. Me planteó ir a Madrid a hacer una película, que resultó ser con Pedro Almodovar (Hable con ella), y a partir de ahí todo ha vino rodado. No he parado desde entonces”.

Paco Rodríguez, en 'Nadie quiere la noche'.
Paco Rodríguez, en ‘Nadie quiere la noche’.

– ¿En qué consiste exactamente su trabajo?
“Después de leer el guión tienes que diseñar la peluquería de cada personaje, teniendo en cuenta cada escena y el paso del tiempo recogido en el filme. Hay que preverlo todo, desde el estado de ánimo del personaje, su estatus social, el vestuario o la meteorología en la que se desarrolla cada escena. Es un trabajo de día a día, tanto antes como durante el rodaje. Además, como este no suele realizarse de forma cronológica, tienes que ser muy minucioso en la planificación para que haya una evolución lógica y creíble. La peluquería en el cine es una gran desconocida y tiene su complicación”.

– ¿Cuál es la principal dificultad para un peluquero en una película?
“Una dificultad muy habitual es, en series de televisión, cuando el actor debe mantener una determinada imagen prolongada en el tiempo y, por tanto, no puede tocarse el pelo. Una solución para ello es hacerle una peluca personalizada. Yo las suelo encargar en Barcelona o en Londres. Mi labor es ayudar al actor a crear un personaje, sacarlo de su imagen habitual y que el espejo refleje ese otro él que ha de interpretar”.

– ¿Coge todos los proyectos que le llegan o es muy selectivo?
“Me interesan muchos los guiones, lo que pasa es que tampoco tengo una oferta tan abultada como para elegir proyectos. Normalmente, trabajo al mejor postor, teniendo en cuenta al que mejor paga, o si la película incluye rodar en algún país que me interese o trabajar con algún actor que me motive. Pero, en líneas generales, todos los proyectos que me llegan son interesantes. Mi lucimiento tiene mucho que ver con el trabajo final del actor. Está claro que sin una buen interpretación mi trabajo no sería nada”.

– ¿Es necesario trabajar con representante en su segmento?
“En España no, pero en Estados Unidos sí. De todos modos, me parece una opción interesante y supongo que es cuestión de tiempo que aquí acabe imponiéndose esa forma de trabajar. Es un campo que se podría abonar desde ya, ya que resultaría un buen negocio”.

– Al margen del cine, ¿trabaja también para particulares u otro tipo de eventos?
“Hago alguna cosa de televisión o colaboro con algún amigo que está haciendo televisión. Por ejemplo, últimamente estoy trabajando mucho en la serie Velvet. Me lo paso bien y, además, practico peluquería de época, que es lo que más me gusta. Luego, si algún actor me pide que le peine para una sesión de fotos, también colaboro. Y a amigos y conocidos por supuesto que les sigo cortando el pelo”.

– ¿Cree que supondrá algún cambio el Goya recién logrado?
“Como es el primero, no lo sé (risas). Siempre me han dicho que soy muy modesto, aunque yo creo que es más bien inseguridad. Me cuesta mucho creermelo, pero está claro que este es un espaldarazo importante”.

– ¿En qué anda actualmente?
“Me han llamado para tres películas para la misma fecha y ya he dicho que no a una. Las otras dos están aún en el aire, no hay nada seguro. Una será en Canarias, producida por Enrique Cerezo y Pedro Costa. Y la otra en el Pirineo aragonés, con Nacho García Velilla, con el que ya he trabajado otras veces. En principio, me interesan las dos”.

– ¿Qué opinión le merece el buen momento que está viviendo Canarias como plató de rodaje?
“Es algo maravilloso, aunque también me llama la atención que no se esté aprovechando más esta oportunidad. Hay que abonar más ese campo y que nuestra gente pueda sacar más provecho de ello, creando una verdadera industria cinematográfica. Para ello creo que es necesario que se invierta en medios y formación de personal, como se hace en Praga o Budapest. Sin duda, eso fomentaría muchísimo la economía de las islas”.