tribuna

La plena inclusión llega al Carnaval – Alfredo del Rosario Hernández

La idea surge hace unos meses, cuando Elena Salguero, presidenta del Club Deportivo Acamán, nos hace llegar la propuesta de participar en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife presentando una candidata al Certamen de Reina Infantil. Como en tantas otras ocasiones, desde que Elena formaba parte de la Asociación de Padres del Colegio, ha fomentado e impulsado iniciativas novedosas, con el objetivo claro y rotundo de normalizar y visibilizar la participación de las personas con diversidad funcional en todas las áreas de la sociedad, por la que nuestra entidad ha apostado desde siempre. 

Desde el inicio, nos invadió la ilusión de poder participar en algo tan pionero y único dentro de los certámenes de Reina Infantil del Carnaval chicharrero. Partimos de las premisas básicas de que se formara un equipo de trabajo que guiara y supervisara a la hora de hacer más efectiva, profesional y sencilla nuestra participación en este tipo de concursos. Este equipo seleccionó a la alumna, que, cumpliendo con los requisitos impuestos por la organización, era la más idónea para, por un lado, representar a este colectivo y, por otro, que significara una experiencia de vida gratificante y enriquecedora para ella. La elegida fue Lucía Castellano Paz. Se acordó una coordinación constante entre el equipo artístico que diseñó y elaboró la fantasía y el equipo técnico del centro, formado por la pedagoga-tutora de la alumna, Fátima González, y la auxiliar técnico educativa de referencia María Paz Hernández, que conocían al detalle las características de Lucía y lo que se podía pedir en su intervención, desde un acompañamiento continuo y la adaptación de objetivos implementándolos en un entorno y circunstancias normalizadas. En todo el proceso, fue crucial la implicación de su madre, Marlene Paz, que acompañó, apoyó, animó y participó en esta experiencia totalmente nueva y retadora para su hija. Se adaptó el traje, el maquillaje, la peluquería, la forma de presentación (cantidad de acompañantes en el escenario, sonido, iluminación). Se cuidaron al máximo todos los detalles para que, en todo momento, el hecho artístico fuera paralelo e interconectado con el hecho pedagógico. Se tuvieron en cuenta aspectos como control postural, control de la locomoción, atención, concentración, memoria, motricidad gruesa y fina, aceptación de retos, superación de situaciones inquietantes (bullicio, masificación, acceso a espacios nuevos), entre otras. 

Tras la deliberación del jurado, finalmente Lucía no obtuvo ningún galardón. Lucía obtuvo el premio en el escenario, cuando una gran ovación del público asistente le animó, gratificó y reforzó en toda su intervención de tres minutos. Lucía se convirtió en la auténtica protagonista antes, durante y después de su participación, con muchísimas personas que se acercaron a interactuar con ella, que le elogiaron, le sonrieron, le besaron, le expresaron cariño. Una experiencia inolvidable.
Un proyecto apoyado también por las Hermanas, colaboradores y alumnos/usuarios del Complejo Acamán, que voluntariamente formaron una peña entusiasta en la grada, con pancartas, vítores y aplausos. A todo este trabajo, hay que sumar el agradecimiento al Organismo Autónomo de Fiestas y Actividades Recreativas del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Seguridad, Protección Civil y Bomberos, tanto por el excelente trato como por la eficacia en la coordinación. Y, cómo no, a los patrocinadores: Transportes Pérez y Cairós y Sinpromi, por confiar en nosotros. Si Lucía pudiera hablar, seguro que nos contaría de las mejoras significativas en la autoestima, superación de situaciones nuevas y de la gran vivencia de ser, por unos minutos, el centro de atención, en directo y vía televisiva, de muchísimos canarios. No podemos escuchar las palabras de Lucía. Lo que sí podemos disfrutar es de… la sonrisa de Lucía.

*Psicólogo-Orientador