ECONOMÍA

“Queremos liderar el paso del empresario analógico al digital”

Juan Carlos Cabrera Labory
Juan Carlos Cabrera Labory, presidente de la Federación Canaria de Asociaciones de Jóvenes Empresarios. Economista y auditor. / ANDRÉS GUTIÉRREZ

Juan Carlos Cabrera Labory, empresario, economista, auditor y ahora socio de AP-Consultores, acaba de ser nombrado presidente de la Federación Canaria de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (Fecaje). Santacrucero, de 34 años, se ha convertido en el líder de la asociación regional y afronta su mandato con dos objetivos claros: dignificar la imagen de los empresarios y protagonizar el paso del empresario analógico al digital, adaptado a las necesidades de los nuevos tiempos.

-¿Qué piensa hacer al frente de la Federación?

“Tengo dos objetivos claros: dignificar al empresario, pero, sobre todo, cubrir el nuevo nicho de negocio que se está generando con las nuevas tecnologías. Queremos un nexo de unión entre el mundo analógico y digital. Yo mismo no soy nativo digital, aunque me he adaptado, pero los que vienen detrás de mí sí que son digitales. La forma de hacer negocios en el mundo está cambiando y nos tenemos que formar y adaptar a ese cambio”.

-¿Y cómo piensa lavar la imagen del empresario, tan deteriorada durante la crisis?

“Es cierto que siempre tenemos la imagen del empresario esclavizador, que paga mal, pero la gente lo que no ve es que con la crisis son muchos los empresarios que han avalado con su patrimonio personal para poder pagar las nóminas de sus empleados. Los empresarios crean puestos de trabajo. Esto hay que tenerlo claro. Crean empleo, pagan impuestos y generan riqueza. Aún así, también digo, haciendo un poco de autocrítica, que el empresario debe cambiar de filosofía y no quedarse estancado. Me refiero al hecho de que se empeñen en pagar lo mismo aunque tengan más beneficios, cuando debería ser variable. También echo en falta más comunicación entre empresario y trabajador. Estoy convencido -y tengo pruebas porque lo he comprobado- de que si explicas a los trabajadores cómo está la situación de la empresa, los empleados entienden las decisiones”.

“Se va a seguir perdiendo empleo hasta que el escenario político no se estabilice”

-¿Pero se crea o no empleo de calidad?

“Depende. Es miedo. Desde que estamos con un Gobierno provisional el porcentaje de ERE se ha incrementado en España. Un empresario no te va a generar un empleo de calidad cuando está pendiente de que mañana le cambien las cotizaciones sociales o que el coste del despido sea mayor. Todo lo que no sea flexibilidad perjudica. En la situación actual se va a seguir perdiendo empleo hasta que no se estabilice el escenario político”.

-¿Y dónde va ese empleo que se pierde?

“No se cubre. Al final no te queda otra que hacer un esfuerzo mayor tú, como empresario, y pedirlo a los trabajadores. La otra opción es hacerlo temporal. Pero, gobierne quien gobierne, hay una cosa que está clara, y es que el empresario es móvil. Nos podemos deslocalizar en cualquier momento. Yo puedo estar hoy aquí, pero como me pongas muchas trabas me voy a otro lado, provocando las fugas”.

-¿Los jóvenes están incentivados para crear empresas?

“Yo siempre parto de una filosofía distinta. Antes, cuando nuestros padres empezaban en el mercado laboral lo hacían muy jóvenes, y a los 50 ya eran viejos y se jubilaban. Ahora empezamos en el mercado laboral a los 22 o 23 años y tienes que estar trabajando hasta los 67. Entonces cuando tú te planteas tu vida a 45 años vistas haciendo lo mismo, pues es difícil”.

-Bueno, España se caracteriza por eso, ¿no? Estabilidad eterna al empleo y permanecer en el mismo sitio, cuando en países como Estados Unidos es impensable…

“Usted lo ha dicho. Es más, en Estados Unidos se premia el fracaso. Cuando mi único incentivo es que pasen las ocho horas, y mi maximización de beneficio como trabajador es hacer lo menos posible en esas ocho horas, porque como no voy a ganar más no tengo ningún incentivo, pues malo. En este caso, el empresario también se tiene que plantear el cambio”.

-¿Vamos hacia la productividad, es decir, a cobrar en función del rendimiento?

“Claro. Se trata del famoso bono que siempre se ha aplicado a los directivos, pero no a la plantilla. Al final todos los empleados son como pequeños empresarios porque saben que si trabajan más y son más productivos ganarán más y si no, pues se limitarán a tener el sueldo mínimo que, normalmente, suele ser superior al del convenio. En realidad, es una filosofía anglosajona. La nuestra proviene del derecho romano; muy clásica. E, incluso, voy más allá y le apunto que tiene que ver mucho con la religión. Los cristianos tenemos una mentalidad de sacrificio; y los anglosajones tienen una filosofía de vida más alegre. Y esto después se asocia a la hora de hacer negocios”.

-¿Es España un país y Canarias una región para emprender?

“Canarias tiene el problema burocrático, que es trasladable a todo el territorio nacional, al que se une la lejanía y la fragmentación del territorio. Pero es que además, nuestro Régimen Económico y Fiscal (REF) a día de hoy no está claro. De hecho hay algunos, incluso, que apuestan por su eliminación, lo que genera una inseguridad jurídica”.

-Es impensable esto, ¿no?

“El REF tiene una razón de ser y lo que tendríamos que aspirar es que, ya que se abre el melón de la reforma constitucional, que se incluyera. Porque fíjese, si no tenemos REF, lo que nos queda es el sistema general. El problema es que está mal diseñado. La ZEC, por ejemplo, donde hay una baja tributación tiene una seguridad jurídica hasta 2026, con lo cual no le puedes decir a un empresario que ha hecho una fuerte inversión que no sabe lo que va a ocurrir a cuatro años vista, porque su amortización es, seguramente, a 20 o 30 años. Lo que hay que potenciar más son las nuevas ramas de actividad, sobre todo, las que tienen que ver con las nuevas tecnologías”.

“Tenemos que cambiar de filosofía y no quedarnos estancados”

-Pero ¿cómo potenciamos esto si actualmente no hay una vinculación entre el mercado laboral y la universidad?

“Gracias a Dios, ahora hay un empresario en el Consejo. Realmente, hay que vincular la demanda de trabajo con la oferta de empleo. Por ejemplo, en un momento tecnológico como el actual, no se cubren todas las plazas de ingeniería informática. Esto preocupa”.

-Mantenimiento de cátedras y profesorado, diría yo…

“Yo no diría tanto, pero sí que que se reduzcan. Si solo puede haber cuatro facultades de Filosofía en España, pues que se ayude a los alumnos vía beca para que estudien allí. Lo que está claro es que no se pueden mantener estructuras que no son rentables. Lo que no tiene sentido es que Canarias no tenga la Facultad de Turismo más importante del mundo, o al menos una de las cinco más importantes. Tampoco tiene sentido que el mejor máster de energías renovables no esté en las Islas; y que en el tema del idioma sigamos estando tan atrasados. Si no hay nexo de unión entre la universidad y el mercado laboral es imposible avanzar . Y, si tienen posibilidades, yo, desde luego, aconsejaría a cualquier joven que saliera fuera, pero no porque sí, sino para conocer lo que se está haciendo en otros sitios. Esperamos que luego regresen a las Islas todos esos jóvenes formados y con experiencia”.