después del paréntesis

Títeres revisan la Historia

De gobernantes autoproclamados “anticasta” Latinoamérica sabe mucho desde siempre, en particular tras surgir el modelo bolivariano, que intentó implantar su ideología con un revisionismo histórico acorde a la misma. Una de sus principales herramientas fue aplicar lo apreciado la semana pasada en una escuela madrileña, pues reivindicó bandas terroristas que asesinaron a decenas de miles de civiles, militares y policías, rebautizándolos Ejércitos de Liberación (como al Ejercito Revolucionario del Pueblo y Montoneros en Argentina, o Tupamaros en Uruguay, afines a ETA); vinculó su ideología a próceres de sus independencias con falsas interpretaciones y les minimizó de la nomenclatura, bautizando casi toda escuela, hospital, calle y plaza con el nombre de sus líderes, como Hugo Chávez y Néstor Kirchner o figuras históricas admiradas por estos y, mientras brotaban mausoleos, estatuas y monumentos para la exaltación de estos, se retiró la estatua de Cristóbal Colón en Buenos Aires, acusándole de los actuales males de Latinoamérica.

Escuelas y universidades públicas pasaron a ser centros de ideologización donde a la exaltación de grupos terroristas, golpistas (Chávez) y desestabilizadores (sindicatos y líderes del kirchnerismo), sumó que jueces y fiscales no adeptos, empresarios, artistas, periodistas y políticos opositores, fueron expuestos a los alumnos con fotografías, filiación y textos acusándoles sin pruebas de “cómplices de la dictadura”.

Sería indigno negar que gobernantes vinculados al Plan Cóndor respondieron masacrando a centenares de miles de inocentes, los intentos de toma del poder en los 70 por parte de terroristas alentados desde Cuba. Pero también el exaltar esos terroristas, desestabilizadores y golpistas, acomodando la historia a su conveniencia política, como ya realizan por estas costas con falsos titiriteros “castas progresistas” en el poder. Por respeto a nuestros niños, debe contenerlos antes de acabar con fracturas sociales como las de Argentina y Venezuela, o la sumisión norcoreana.

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